Latinoamérica: Las perspectivas sobre el crecimiento en Centroamérica parecen mostrar una mejoría en la región

En su último informe emitido llamado  «Perspectivas Económicas Mundiales», el Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que la región latinoamericana, en general, se está recuperando  rápido de la crisis económica mundial en contra de lo previsto. Esto, debido a la bonanza del mercado de materias primas y a las buenas políticas macroeconómicas empleadas.

Así mismo, el organismo indica que para el próximo año, y pese a las incertidumbres que amenazan a la zona del Caribe, calcula que la región  crecerá un 4,3 por ciento.  El FMI incluye en este grupo a México, pero también a otros estados centroamericanos y del Caribe, ya que son naciones que importan materias primas y que dependen del turismo de los países desarrollados y de las remesas que se envían desde Estados Unidos.

Se afirma que «el crecimiento en el Caribe se verá atenazado en medio de débiles previsiones de afluencia turística y de recepción de remesas», a lo que se unirá la «carga crónica de la deuda pública».

Entre los países del Caribe, el Fondo explica que la República Dominicana crecerá un 5,5 por ciento este año y el próximo. En abril había previsto que este año el aumento del Producto Interior Bruto sería del 3,5 por ciento y el próximo del 6 por ciento.

Otro de los países destacados es Haití, que sufrirá este ejercicio la peor evolución del continente, con una contracción del 8,5 por ciento. Para el año que viene, las perspectivas son mejores y el FMI apunta a un crecimiento del 9,8 por ciento.

Por otra parte, en referencia a la recuperación económica de los países de América Central, se informa que esta se debe, principalmente, a un repunte de la demanda interna extendida en gran parte debido a las importaciones. Otro incremento se divisa en el sector exportador y el de remesas.

Se apunta a que la recuperación ha sido más rápida en Panamá y Costa Rica, países que muestran una mayor solidez en las políticas, lo que permitió aplicar un mayor estímulo.

Si bien la desaceleración de la actividad en Estados Unidos y el resto de las economías avanzadas se desarrolló conjuntamente, esta no ha afectado la recuperación de la región. Muestra de ello es que para 2010 se prevé que el producto de la región de América Central en su conjunto aumente alrededor del 3 por ciento, pero este  seguirá dependiendo de la evolución de las importaciones desde Estados Unidos, lo cual, implicaría menores niveles de ingreso para la región que los proyectados antes de la crisis.

Además, el organismo afirma que los países de América Central deberán concentrarse en restablecer el espacio fiscal que utilizaron durante la crisis a fin de contar con más margen para ejercer políticas anticíclicas en el futuro.

Aunque se prevé que la deuda pública de la región de América Central equivaldrá en promedio a poco más del 40 por ciento del PIB para fines de 2010 los coeficientes de endeudamiento siguen presentando una alta sensibilidad a shocks negativos a la tasa de crecimiento y al costo de endeudamiento.

Así mismo, en el corto plazo, la consolidación fiscal debe centrarse en desacelerar el crecimiento del gasto corriente, particularmente en salarios, en países como Honduras y  Nicaragua; y en los subsidios generalizados al sector energético, como en El Salvador.

A mediano plazo, el FMI afirma que es de suma importancia movilizar mayores ingresos públicos, como en Guatemala, y hacer más viables los sistemas públicos de pensiones  en Honduras y Nicaragua.

Algo para tomar muy en cuenta es que el organismo hace hincapié en que es  necesario  mejorar el clima de negocios en América Central, ya que la región es calificada con puntajes muy bajos en los estándares internacionales, al igual que se tiene que lograr alcanzar una mayor diversificación de las exportaciones.