Ecuador: Evaluación de los cuatro años de gobierno de Rafael Correa

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En la Hostería Rincón de Puembo, ministros y subsecretarios de Estado se reunieron desde muy temprano junto al Presidente Rafael Correa para evaluar los cuatro años de gestión. Sin embargo, analistas políticos no esperaron las evaluaciones oficiales para generar su opinión.

La evaluación del mandato de Correa, quien asumió el 15 de enero de 2007 y ha concitado el interés de la prensa por ser el único presidente que ha logrado culminar su gestión sin grandes obstáculos, hasta el punto de ser reelecto hasta el 2013.

Si se considera que desde el regreso de la democracia a fines de 1978, Ecuador se ha caracterizado por haber sufrido constantes destituciones desde la salida del poder de Abdala Bucaram (5 de febrero de 1997), Jamil Mahuad (21 de enero de 2000) y Lucio Gutiérrez (20 de abril de 2005). El ingreso de la figura de Correa, el ex ministro de Economía y Finanzas de Alfredo Palacios (2005-2007) ha cambiado el contexto político que se caracterizaba por la inestabilidad política, cerrando un período crítico para el país.

Al cumplir cuatro años de gobierno, el mandatario presentó una aprobación del 56% según Cedatos, lo que se contrasta con el 73% que obtuvo en su acenso. No obstante, ha sido el único mandatario de las últimas décadas que durante todo su gobierno ha mantenido una aprobación promedio superior al 60%, después de realizar una «revolución ciudadana», en la que propuso cambiar la imagen deteriorada de la política, redactando una nueva Constitución que incluye la re-elección presidencial, lo que le permitió presentarse en las elecciones siguientes y gobernar hasta el 2013. Lo anterior, lo puso en la línea con la nueva corriente de izquierda latinoamericana encabezada por Hugo Chávez.

A pesar del buen manejo mediático que ha tenido, su aprobación a ido disminuyendo producto de malas decisiones políticas y polémicos manejos del gobierno e instituciones del Estado, que en un inicio incidieron en su aprobación y permanencia en el poder.

Así lo reafirma el ex Coordinador del Consejo Nacional de Juntas Parroquiales Rurales Fernando Salazar y el politólogo Felipe Burbano de Lara, quienes señalan que el estilo diferente y las campañas comunicacionales han sido vistos con agrado por la población, porque muestran un presidente cercano a la gente que ha sabido manejar los recursos obtenido del petróleo.

Sin embargo, para el ex presidente Lucio Gutiérrez esos recursos se los ha gastado en propaganda y no en educación y salud, que son los problemas más relevantes de la sociedad. No ha sabido dar solución al desempleo y menos a los robos en el área de salud.

Es así como, la estrategia populista del mandatario ha comenzado a jugar en contra de las instituciones democráticas, ya que ha debilitado el rol de los partidos políticos, especialmente atacando a la oposición, quedando en evidencia el hiper-presidencialismo después de la nueva Carta Magna de 2008.

Si bien hacía falta un cambio entre el Ejecutivo y Legislativo para evitar las permanentes crisis institucionales que sufría Ecuador, esto ha acarreado consecuencias. Una muestra de ello fue la reciente crisis política del 30 de septiembre de 2010, tras el levantamiento de las fuerzas policiales por reivindicaciones salariales, que puso a la autoridad en jaque durante un día.

Pero una de las principales consecuencias de este tipo de liderazgo son los atentados contra las libertades, como fue el embargo a la revista Vanguardia por ser un medio de oposición.

En este sentido, su gestión ha debilitado el equilibrio que permite tener una sana democracia.