“Imaginar un nuevo paÃs. Hacerlo posible†es el reto que la semana pasada el PNUD propuso al El Salvador. Como de costumbre el organismo internacional nos sorprende, no solamente con un diagnóstico muy acucioso sobre la realidad, sino con una propuesta muy estructurada y realista a favor del desarrollo del paÃs enfocada en el bienestar de la gente.
El desarrollo humano consiste en la expansión de las capacidades de las personas para potenciar una vida digna. En este sentido, el PNUD crudamente nos señala que durante más de 100 años en El Salvador los modelos económicos no lograron el éxito esperado, a la vez que generaron una brecha de exclusión en términos sociales y favorecieron un sistema polÃtico lleno de intereses partidarios y alejando de los ciudadanos.
La desigualdad sigue siendo el gran problema del paÃs, pero ahora el IDHES nos revela que ésta no es solo económica, sino que se ha extendido al bienestar social y a la toma de decisiones polÃticas. Ejemplificarlo no es nada difÃcil, justo en la misma semana conocemos sobre la aprobación de un Bono Navideño para la Asamblea Legislativa, por un costo de $2.3 millones, que en un contexto de crisis presupuestaria y de reclamos sociales hace más notoria la falta de representatividad y la inequidad polÃtica de la sociedad salvadoreña.
El Informe también afirma que luego del importante logro que significaron los Acuerdos de Paz, se han implementado 25 años de polÃticas públicas de carácter remedial, por lo que sugiere polÃticas públicas universalistas centradas en las capacidades de la gente y a favor del desarrollo.
Para lograr este ambicioso objetivo, el PNUD propone tres polÃticas: una PolÃtica Cultural Transformadora, que busque rescatar la convivencia ciudadana, basándose en polÃticas consensuadas que tengan un efecto solidario para el beneficio a largo plazo. Una PolÃtica Social Productiva, que pretenda mejorar el bienestar de las personas a través de la universalización de servicios sociales y que por tanto beneficie la productividad. Finalmente, una PolÃtica Económica Inclusiva, que permita duplicar el 9% de ahorro familiar y duplicar el 14% de inversión productiva, todo ello poniendo al centro de las polÃticas públicas al trabajo decente en el contexto de las familias salvadoreñas.
Ahora, el gran reto es, por un lado, atenuar la brecha entre gobernantes y ciudadanos que ha ocasionado la pérdida de credibilidad en la clase polÃtica, y por otro, fortalecer el compromiso ciudadano de retroalimentar con sus acciones a una nueva clase polÃtica, más comprometida; todo ello abandonando los fundamentalismos.
La visión con la que el PNUD impregna cada uno de sus informes es exageradamente sensata: “La verdadera riqueza de una nación es su genteâ€. Y aunque su análisis es duro, es bastante realista, y se vuelve un mapa para llegar al tan anhelado desarrollo, incluyendo a todos.
Con el nuevo ciclo polÃtico que está por iniciar, comienza una nueva oportunidad para verdaderamente imaginar un nuevo paÃs y nuevamente el IDHES nos insiste en que un mejor El Salvador, para todos, es posible.
..
* Héctor Pacheco, columnista de ContraPunto el 27 de noviembre de 2013.