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En Argentina, las rivalidades entre el oficialismo y la oposición se están agudizando, por el caso de Eduardo Macri y su delicada situación ante los juzgados porteños. Al intendente bonaerense se lo vincula con una investigación sobre escuchas telefónicas ilegales a polÃticos y empresarios.
El Juez Norberto Oyarbide precisó que Macri tuvo un rol estratégico en la asociación ilÃcita para realizar escuchas ilegales, escondiendo presuntamente a espÃas dentro del régimen gubernamental de la capital. A su vez, el jueves pasado la Corte de Apelación rechazó el recurso de apelación presentado por su defensa, dándole luz verde para el procesamiento a Oyarbide, juez que se lo vincula a favor de los Kirchner tras liberar al matrimonio K de posibles actos de enriquecimiento ilÃcito. Para los legisladores del PRO está medida «es una clara persecución polÃtica» a Macri «digitada desde la Casa Rosada» en clara alusión al ex Presidente Néstor Kirchner.
En este escenario, lo más probable era la creación de una comisión investigadora por parte de la Legislatura. Sin embargo, a pesar del rechazo inicial, el dÃa de ayer Macri sorprendió cuando declaró que desea tener un juicio polÃtico. Esto puede ser una arriesgada jugada con la que intenta demostrar su inocencia. El macrismo tiene hoy 19 de los 45 legisladores que integran la Sala Acusadora que será clave para la definición del juicio polÃtico. Como son necesarios dos tercios de ese número para dar curso a la acusación (30 legisladores), el macrismo apuesta a que el pedido de juicio polÃtico no pase a la Sala Juzgadora, integrado por 15 diputados porteños, de los cuales 10 están enrolados en la oposición[1].
Para algunos analistas, el proceso contra Macri puede perjudicar su intención de llegar a la presidencia el 2011 y que además puede darle, más posibilidades a los peronistas disidentes -otra rama de la oposición- en particular al ex presidente Eduardo Duhalde que los encabeza y al Alcalde de Buenos Aire Felipe Solá. Sin embargo, otros creen que puede suceder lo contrario, dado a que si se llegase a probar su inocencia, podrÃa deslegitimizar la opinión del oficialismo y favorecer al mismo tiempo, a la oposición y especialmente, su candidatura.
En la práctica, la estrategia polÃtica de la candidatura del Intendente bonaerense se basa en que logre mantener reunido al movimiento PRO, pues esto le puede asegurar que con las alianzas de su brazo polÃtico, pueda imposibilitar la condena de su juicio.
Aún cuando falta por develar si Macri está inmerso en la asociación ilÃcita, suena lógico pensar que sea «culpable» bajo el contexto de la proximidad de las elecciones porque éste corrÃa como un candidato seguro para enfrentar a Néstor Kirchner. Esto ya lo quiso hacer Kirchner con otro lÃder de la oposición, Francisco De Narváez, según el propio Intendente bonaerense.
[1] Jaime Rosemberg; «Giro de Macri: pidió su juicio polÃtico»; La Nación (Argentina); 22 de julio de 2010.