México: Elecciones estatales dan holgada victoria al PRI

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Los resultados de las elecciones estatales en México el pasado 3 de julio dieron como amplio vencedor al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en tres de los cuatro estados en donde se llevaron a cabo las votaciones. Además de ser el peor resultado obtenido por el conservador Partido Acción Nacional (PAN), esta elección ha comenzado a configurar el escenario político del país en miras a los comicios presidenciales del 2012.

Las elecciones locales correspondientes a los estados de Coahuila, Hidalgo, Estado de México y Nayarit dieron como rotundo vencedor al PRI en los tres primeros. La victoria más importante es la que se dio en Estado de México (estado más poblado y rico del país) donde Eruviel Ávila obtiene un holgado 63,4% de los votos frente a su sucesor Alejandro Encinas (PRD) con un 23%. El oficialista PAN, obtuvo el peor resultado en una elección de gobernadores desde 1987, obteniendo un 12,47% de los votos.

Estos comicios se caracterizaron por una participación ciudadana de apenas 43,52% del padrón electoral, casi diez puntos porcentuales menos que en el proceso de 2009 (52,2%). Hasta el momento el «efecto Fox» del 2000, que alcanzó un 65,8% de participación, no ha sido superado.

Es así que el PRI, que gobernó México durante 71 años y que ha sido oposición desde el 2000, encuentra en estos resultados una posibilidad de retomar el poder, ya que el Estado de México se proyecta como una antesala de los comicios presidenciales. A esto se suma que el partido oficialista no ha logrado potenciar candidatos que convenzan, sino que ha mostrado a algunos desconocidos. Dentro de sus esfuerzos, ha intentado formar una alianza con el izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), coalición que no ha llegado a puerto debido a la oposición de las facciones más radicales de ambos partidos. Además de lo anterior, analistas consideran que la derrota rotunda del PAN se debe a un voto de castigo al gobierno de Felipe Calderón debido a la debilidad de la economía del país, y la violencia generada por el narcotráfico.

El PRI aprovechará esta coyuntura para potenciar as su candidato Enrique Peña Nieto, a su vez, está analizando la posibilidad de formar una alianza con el Partido de la Nueva Alianza (PANAL). Por su parte, el PAN tiene la difícil misión de posicionarse y tomar fuerza para las elecciones del próximo año y todavía no se observan en el partido estrategias claras de acción en cuanto a candidatos y alianzas. Particularmente, no se percibe una capacidad real de enfrentar la popularidad del gobernador saliente del Estado de México, Peña Nieto, quién figura como el candidato presidencial de oposición más fuerte, así como también el político más influyente del momento.