Latinoamérica: Ahmadineyad llega a la región buscando romper el aislamiento

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, arribó el domingo en la noche a Venezuela como parte de una controvertida gira que le llevará además a Nicaragua, Cuba y Ecuador, países aliados en América Latina.

En los últimos días las relaciones entre Irán y las potencias de occidente han estado tensas, a raíz de su controvertido programa nuclear, que se sospecha tiene fines militares, aunque esto es negado por ellos. La UE decidió imponer un embargo petrolero contra Irán y Estados Unidos decidió desplazar un portaaviones al Golfo Pérsico. Irán respondió realizando maniobras militares y amenazando con cerrar el estrecho de Ormuz, por donde circula el 40% del crudo mundial, si se profundizan las sanciones.

Esta es la quinta visita a la región desde 2007, y tanto el gobierno estadounidense como expertos en la región señalan que Ahmadineyad busca aliados para intentar eludir las sanciones económicas por su programa nuclear y acceder urgentemente a mercados de materias primas.

Según un informe presentado en noviembre por el Centro para la Estrategia y los Estudios Internacionales, un grupo de investigación con sede en Washington, Irán tiene interés en explotar minas de uranio tanto en Venezuela como Ecuador a cambio de invertir millones de dólares en proyectos de desarrollo económico para la región[1].

Es así que su gira de cinco días continuará en Nicaragua, para asistir a la toma de posesión del reelegido sandinista Daniel Ortega. Seguirá a Cuba y finalizará el jueves con una visita a Rafael Correa en Ecuador. Todos países hostiles a Estados Unidos, con lo cual el líder busca romper el aislamiento en que ha caído su país en los últimos meses.

En un momento en que la figura de Irán resulta  incómoda incluso para países que han sido amigos en el pasado, los mandatarios del denominado “socialismo del siglo XXI” le tienden una mano. Ésta le es especialmente útil para el líder persa por la gran presión externa que sufre, pero además por la economía interna que se deteriora rápidamente, a la vez que aumentan los precios de los alimentos y el descontento de la población.

En definitiva, como señala Andrés Oppenheimer, “es lamentable que varios presidentes latinoamericanos estén recibiendo con alfombra roja a un dictador sanguinario que según Amnistía Internacional “reprime severamente” las libertades fundamentales y que ha ejecutado a 552 personas el año pasado, más que cualquier otro país, exceptuando China. Y es peligroso que le abran campo en la región a la cabeza de un régimen que como política de estado promueve el terrorismo y la aniquilación de otros países”[2].


[1] BBC Mundo: “Quinta visita a América Latina: ¿qué busca el presidente de Irán?”, 9 de enero de 2012

[2] El Nuevo Herald: “¿Qué busca Ahmadinejad en América Latina?”, Andrés Oppenheimer, 07 de enero de 2012.