Perú: Una campaña con pocas propuestas

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Así como el sistema de partidos políticos peruano establecido en la transición democrática, tiene una historia de inestabilidad y fragmentación, la actual campaña de cara a las elecciones del 10 de abril ha estado cruzada por la debilidad en los contenidos y una excesiva exposición mediática como estrategia que distrae la atención de lo realmente importante.

Tras la transición a la democracia, Perú ha experimentado la fractura de su sistema de partidos, debido a factores como el excesivo multipartidismo, el poco respeto de la institucionalidad partidaria y la poca consistencia en el tiempo de los resultados electorales que han obtenido los partidos en elecciones anteriores. A esto se suman problemas que son una constante en la política latinoamericana como la corrupción, deficiencia en manejo de temas económicos e inestabilidad político-social, que amplían la desconfianza en la población. No obstante, es preciso destacar que la Alianza Popular Revolucionaria de América (APRA), partido del actual presidente Alan García, se ha mantenido relativamente presente y un poco más arraigado en la sociedad que los múltiples partidos o movimientos que han existido.

En consecuencia, las elecciones en general se han configurado de manera tal que la  identificación partidaria es confusa. Los electores no se sienten representados con los pactos, partidos y «nuevos partidos», por lo que, una característica en este país ha sido la aparición de candidatos outsider que se basan en su carisma y exposición, sacándole provecho al tiempo limitado para convencer y encantar, lo que crea una campaña banal y estratégica comunicacionalmente, con poco contenido. Esto también genera una falta de confianza en el electorado por ser personajes o desconocidos por una parte, o desprestigiados por otra,  lo que nos lleva a lo sucedido hasta hoy.

En la actual campaña por la presidencia del Perú, podemos distinguir a simple vista la utilización de diversas técnicas poco «elegantes» de captación de votos, con bajo contenido político, pocas propuestas concretas y mucho de lo que Gustavo Romero Umlauff cataloga como «farandulización de la política»[i]. Esto explicaría los abruptos cambios en la intención de voto de la población y el alto porcentaje de indecisos (votos nulos y blancos) que hoy ascienden a aproximadamente un 12%, y que reflejan a gran parte de la población carente de representación.

Según la encuesta de octubre de Ipsos Apoyo en un principio y hasta bien avanzada la campaña, el ex alcalde de Lima Luis Castañeda, candidato de Solidaridad Nacional (SN), se perfilaba como un posible ganador liderando las preferencias con un 24%, seguido por la hija del ex presidente Fujimori, Keiko, representante del partido Fuerza 2011, con un 23%. Pero debido a la falta de pactos y, por consiguiente, la cantidad de candidatos presentes (son 10) se pronosticaba una segura segunda vuelta holgada para Castañeda. Por otro lado, estas primeras encuestas posicionaban también al candidato de Gana Perú, Ollanta Humala, como el perdedor indiscutido con una intención de voto que no superaba el  11%.

El panorama inicial ha cambiado abruptamente hacia el final de la elección. A días de los comicios vemos que Humala está en el primer lugar con un 27,2%, seguido de Keiko Fujimori con un 22%, Alejandro Toledo (Perú Posible) con un 18,5% y Luis Castañeda (Solidaridad Nacional), que en un comienzo se perfilaba como favorito, cae hasta el 12,8%, incluso bajo el ex ministro Pablo Kuczynski (Alianza por el Gran Cambio) que ascendió de un porcentaje que no superaba el 3%, hasta un 18,5%.

Muchos analistas esperaban que el último debate realizado el domingo 3 de abril fuese útil para conocer las propuestas. Sin embargo, no sirvió para esclarecer las dudas. Todos expusieron propuestas en general vacías, llenas de declaraciones de intenciones, recurriendo al ataque entre unos y otros, y con pocas soluciones reales. Es por eso que podemos pensar que los cambios en intención de voto han respondido a factores que no están tan relacionados con las propuestas y la potencialidad de cada uno, sino con la sobreexposición casi vulgar que se ha observado en los candidatos y la aceptación o no de ésta por parte de la población.

 


[i] Romero Umlauff, Gustavo. Director ejecutivo de la Asociación Iberoamericana de Derecho de la Información y de la Comunicación (Aidic). «La ‘farandulización’ de la política», El Comercio (Perú), 27 de febrero de 2010.