Honduras: Rumores de crisis tras destituciones, Lobo lo desmiente

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El presidente de Honduras, Porfirio Lobo, descartó que el gobierno atraviese una crisis por la destitución de seis funcionarios públicos, lo que ha suscitado un sinfín de especulaciones acerca de cuáles serían los motivos. En lo que va de su mandato ya ha prescindido de nueve funcionarios en 18 meses de gobierno.

Con el argumento de una necesaria “reoxigenación” del gobierno y un cambio necesario para reformular los planes de trabajo, Lobo depone en los últimos días a seis funcionarios dentro de los cuales extrañó especialmente la destitución del canciller Mario Canahuati, y sobre todo, Óscar Álvarez, Ministro de Seguridad, por ser ampliamente considerados como funcionarios competentes en sus cargos e incluso aspirantes a la presidencia en las elecciones del 2013.

Junto con ellos, también habrían sido suspendidos de sus puestos el titular del Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS), Nasry Asfura, y el director de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI), Oswaldo Guillén. Todos pertenecientes al Partido Nacional (PN), al igual que el presidente. Además se removieron dos viceministros de seguridad, Armando Calidonio y Roberto Romero. Sin embargo, Lobo anunció que se reasignarán nuevos cargos dentro del gobierno a algunos de éstos 6 funcionarios.

Entre los sucesores elegidos para asumir algunos de estos puestos vacantes están Alden Rivera en reemplazo de Canahuati, Pompeyo Bonilla, un capitán retirado del ejército que ocupará el Ministerio de Seguridad, Gunter Wise Bustamante en el FHIS y Enrique Castellón, ex presidente del Banco Nacional de Desarrollo Agrícola (Banadesa) como director de la DEI.

Las justificaciones entregadas por el mandatario para realizar estos cambios no han convencido a la población ni a los medios, lo que ha desatado un sinnúmero de especulaciones en la opinión pública. La principal apuntaría a una potencial crisis interna del oficialismo derivada de la división del Partido Nacional (PN).

Según lo expresado por Lobo, no existiría tal crisis, sino que se trataría de un proceso normal en todo gobierno en donde en ciertos momentos surge la necesidad de hacer cambios por el bajo cumplimiento de expectativas y falta de resultados. Sin embargo, por ser consideradas explicaciones poco claras, los medios seguirán especulando sobre las “reales razones” de esta inesperada decisión presidencial.