Latinoamérica: Puerto Rico clama por ayuda a EEUU y primeros cálculos cifran pérdidas en hasta US$ 70.000 millones

Las imágenes de lo que era una colorida isla del Caribe se han teñido de tristeza y desolación. Cómo no, si pasado los días críticos de la evacuación y rescate de la población en riesgo – ya sea por efecto de deslaves o por el eventual estallido de la represa Giajataca, que abarca un radio de influencia de 70 mil personas-; finalmente el joven gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló (38 años) reveló al mundo la catástrofe que vive la nación.

El mandatario ha advertido que su país está «cerca de una crisis humanitaria», que -dijo- se puede evitar si el Capitolio aprueba una partida de gastos, que podría ser de miles de millones de dólares, para reconstruir una infraestructura devastada, incluyendo la red eléctrica.

«Si nosotros no podemos proveer para que la comida siga llegando de manera apropiada o para que tengamos acceso a energizar áreas que son infraestructura crítica como salud, acueductos, etc, nos vemos más cerca de una crisis humanitaria», dijo Rosselló en una conferencia de prensa.

Con estas palabras la autoridad boricua urge a la administración estadounidense, enrostrándole además que ellos también son «ciudadanos norteamericanos», para que así libere los recursos que les permitan sortear la emergencia, que llegó justo en el peor momento económico de la isla, sumida una profunda crisis financiera.

A la par del último recuento de víctimas, que hasta ayer se elevaban a 16, también se conocían las primeras cifras de las pérdidas económicas, las que se podrían ubicarse entre US$ 34 mil millones y US$ 72 mil millones, según estimaciones de la firma AIR Worldwide, cifra que se suma a los US$ 73 mil millones de deuda que tiene el país con sus acreedores y a un agujero de US$ 50.000 millones en el fondo de pensiones, según consignó el diario El País.

La respuesta de Trump

El clamor de Rosselló algo de eco tuvo en el gobierno de Donald Trump, quien hoy anunció que volará a la isla el próximo martes para inspeccionar los daños. Asimismo, aseguró que el gobierno federal está «haciendo un trabajo realmente bueno» en los esfuerzos de socorro», destacando los envíos de alimentos y agua, a pesar de las precarias condiciones de la infraestructura aeroportuaria del país.

Según prensa internacional, a la isla han llegado unos mil trabajadores federales de socorro para este tipo de misiones, entre rescatistas y médicos especializados en desastres, además de 15 helicópteros, cinco buques de transporte y una unidad militar dedicada a levantar torres de telecomunicaciones y cien ingenieros del ejército para las acciones de recuperación de infraestructura crítica.

No obstante, de ayuda económica concreta aún no se pronuncia el mandamás de Estados Unidos, manteniendo en la incertidumbre el devenir de la golpeada isla caribeña.

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Publicado originalmente en Diario Financiero (Chile), el 26 de septiembre de 2017.