Contra la mayoría de los pronósticos, que apuntaban a un deterioro en los niveles de pobreza y desigualdad en el país, como reflejo de la desaceleración de la economía, la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen) de 2015 reveló mejoras en ambos indicadores respecto de 2013. Según informó el ministro de Desarrollo Social, Marcos Barraza, la pobreza retrocedió de 14,4% a 11,7% de la población, medida según niveles de ingresos, equivalente a 2.046.404 personas. En esta situación se encuentran las personas cuyos ingresos mensuales no alcanzan a financiar el costo de satisfacer sus necesidades básicas. La Casen 2015 estimó en $ 151.669 ese umbral para aquellos hogares formados por una persona. La anterior medición calculaba esa ‘línea de pobreza’ en $ 136.911.

A nivel de hogares, la pobreza por ingresos alcanzó al 10,4%. Dentro de las personas que no alcanzan a financiar sus necesidades básicas, aquellas en situación de pobreza extrema -con una línea de corte estimada en $ 101.113 mensuales- alcanzaron el 3,5% de la población. Con estos resultados, en la última década el porcentaje de la población en situación de pobreza se redujo más de la mitad, desde el 29,1% que registraba en 2006. En el caso de la pobreza extrema, baja a casi un tercio, desde el 12,3% que anotaba hace nueve años. La Casen 2015 no reportó resultados con la anterior metodología utilizada para medir ingresos, que se utilizó hasta 2013, donde alcanzaba el 7,8% de la población. Por su parte, también se redujo, de 20,4% a 19,1% de la población, el número de personas bajo la línea de pobreza multidimensional, variable que se incorpora a la encuesta desde 2013.

En esta situación se encuentran los individuos que viven en hogares que no alcanzan condiciones adecuadas de vida en: educación; salud; trabajo; vivienda y entorno; y redes y cohesión social. Con todo, si se considera la nueva dimensión entorno y redes, incorporada por primera vez, el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional es de 20,9%, correspondiente a 3.547.184 personas. Desde Nueva York, donde participa de las actividades de la Asamblea de la ONU, la Presidenta Michelle Bachelet valoró los resultados. ‘Lo importante es que estamos hablando de 400 mil personas que han salido de la pobreza. Significa que avanzamos en la dirección correcta, así que son muy buenas noticias’, sostuvo la Mandataria.

Factores

Por su parte, mientras el ministro Marcos Barraza opinó que los resultados son un buen indicativo de que ‘las reformas impulsadas por la Presidenta Bachelet van en una buena dirección’, la subsecretaria de la cartera, Heidi Berner, explicó que ‘lo que ha ocurrido, que mostraban las encuestas del INE, es un cambio desde empleo con mayor formalidad a un empleo de cuenta propia (…), no ha habido un aumento de tasa de ocupación de manera significativa o es leve a nivel nacional’. Considerando que el levantamiento de datos de la Casen se realizó entre noviembre del año pasado y enero de 2016, cabe destacar que pese al menor crecimiento de 2015 (2,3%), comparado con una expansión de 4% en 2013, durante el año pasado los indicadores de empleo y salarios se mostraron resilientes al menor dinamismo de la economía. Así, la tasa de desempleo incluso retrocedió el año pasado, cerrando en 5,8%, en tanto hoy alcanza el 7,1%.

Por su parte, el índice de remuneraciones de diciembre anotó un alza nominal de 5,2%. El presidente del Panel de Expertos de la Casen 2015 -que supervisó todas las etapas de la medición-, Rodrigo Jordán, expresó su ‘satisfacción’ por los resultados y explicó que la reducción de los niveles de pobreza se explica principalmente por el aumento de los ingresos de los hogares, producto de la ampliación de las personas que trabajan. ‘Lo que ha ocurrido es que más de una persona, dos e incluso un tercer integrante están llevando ingresos al hogar. Por tanto, ahí hay una forma importante de aumentos de los ingresos de la familia.

Lo segundo es el aumento de los salarios. Al ver los datos en los anexos, los salarios suben y los ingresos autónomos de las familias suben’. Coincide con este enfoque la investigadora de Libertad y Desarrollo Paulina Henoch. Si bien la especialista valoró las cifras, subrayó que ‘hay que recordar que esas cifras fueron tomadas en noviembre del 2015, momento en que el país seguía en una senda de crecimiento, se generaba empleo. Esto se daba especialmente en la construcción, donde aún no se implementaba el IVA a la vivienda’.

El presidente de la Fundación para la Superación de la Pobreza, Juan Carlos Feres, subrayó que ‘si bien es cierto se había enlentecido el crecimiento, nos seguíamos moviendo en torno al 2%, que está muy lejos de un estancamiento o de una eventual recesión. A su vez, esa desaceleración de la actividad económica no tuvo un reflejo automático en el mercado del trabajo (…). Más bien lo que esto tiende a revelar es que, desde el punto de vista distributivo, el impacto de un crecimiento más lento no ha sido, como es relativamente habitual, mayor en los sectores pobres que en los sectores medios y altos’.

Diferencias

Con todo, los resultados de la Casen 2015 revelan importantes diferencias a lo largo del país, según zona geográfica, sexo y grupo etario. De esta manera, si bien se mantiene como la región con el mayor porcentaje de personas en situación de pobreza por ingresos, La Araucanía exhibió un fuerte retroceso, pasando de un 27,9% al 23,6% de los habitantes. También destaca la baja en Los Ríos, donde el número de pobres pasó del 23,1% al 16,8% de la población; Arica Parinacota, donde retrocedió de 14,6% a 9,7%, y Biobío, donde cayó de 22,3% a 17,6%. Las regiones con las menores tasas de pobreza por ingresos son Magallanes (4,4%), Antofagasta (5,4%) y Aysén (6,5%). Por su parte, en la Región Metropolitana se ubicó en 7,1%, disminuyendo más de dos puntos desde el 9,2% que registraba en 2013.

Otra diferencia significativa radica en los resultados entre zonas urbanas y rurales. Mientras en el primer caso la pobreza por ingresos alcanza el 10,2%, en el caso de las zonas rurales esa cifra es más del doble, llegando al 22,1% de la población. Esa diferencia también se replica para la pobreza extrema, con porcentajes de 3% y 7%, respectivamente. Aunque menores, también se aprecian variaciones por sexo. Por ingresos, mientras en los hombres la pobreza alcanza el 11,2%, en las mujeres llega a 12,1%. Según el jefe del hogar, dichos porcentajes alcanzan el 8,8% y el 12,9%, respectivamente.

Según el tramo etario del jefe del hogar, los niveles de pobreza son mayores en el segmento de entre 18 a 29 años, llegando al 15,4%. Le sigue el grupo de 30 a 44 años (14%), mientras en el tramo de 45 a 59 años se ubica en 9,9% y en aquellos encabezados por personas sobre 60 años alcanza el 7,1%. Finalmente, se observan diferencias entre la población indígena, donde las personas en situación de pobreza alcanzan el 18,3%, más de siete puntos porcentuales sobre el 11% que anota la pobreza en la población no indígena.

 

PARA ENTENDER

La encuesta Casen 2015 exhibió una reducción de la pobreza por ingresos u multidimensional, a 11,7% y 19,1% de la población, respectivamente.

Con estos resultados, la pobreza medida por ingresos se redujo a más de la mitad en los últimos nueve años, ya que en 2006 se ubicaba en 29,1%.

Gobierno y expertos valoraron las cifras y destacaron que reflejan la resiliencia del mercado laboral durante el año pasado.

REACCIONES

‘Avanzamos en la dirección correcta, así que son muy buenas noticias’.
Michelle Bachelet Presidenta de la República.ç

‘Más de una persona, dos, e incluso tres, están llevando ingresos al hogar’.
Rodrigo Jordán Presidente Panel de Expertos.

‘Las reformas impulsadas por la Presidenta Bachelet van en buena dirección’.
Marcos Barraza Ministro de Desarrollo Social

‘La desaceleración de la actividad económica no tuvo un impacto automático en el trabajo’.
Juan Carlos Feres, Fund. para la Superación de la Pobreza.

CIFRAS CLAVE

11,7 por ciento de las personas se encuentra en situación de pobreza, medida por niveles de ingreso.

3,5 millones de personas se encuentran bajo la línea de la pobreza multidimensional, con la metodología 2015.

 

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Publicado originalmente en La Tercera (Chile),  23 de septiembre de 2016