El presidente de República Dominicana, Danilo Medina, señaló el 27 de enero de 2016, que recibe la presidencia temporal de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) de manos de Ecuador, en momentos de «enormes desafÃos» para la región y el mundo.
«Asumimos la presidencia pro témpore en un año en el que el mundo y América Latina, en particular, afrontan inmensos desafÃos», dijo al señalar entre ellos a situaciones económicas, sociales, ambientales e ideológicos.
Es, dijo, «una suma inmensa de desafÃos y de dificultades. Es una red compleja con tantos problemas entrelazados, que solo la polÃtica podrá resolverlas», indicó en su discurso de posesión en la sede la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en Quito al término de la IV cumbre de la Celac.
Opinó que «más que nunca» el mundo pide una salida polÃtica, que «no vendrá dada por los mismos métodos y los mismos caminos».
«Es en este escenario en que la Celac, en lugar de sentirse pequeña, debe sentirse grande; en lugar de sentirse desplazada del eje de las soluciones, de los problemas del mundo, debe sentirse fuerte, creativa como para buscar respuestas», añadió.
Señaló que el objetivo de la Celac ha sido siempre trazar una visión de paz, igualdad, solidaridad y crecimiento con justicia social.
«Ahora es el momento de reflexionar sobre los próximos pasos, sobre nuestro papel en una realidad cambiante, pero que necesita más que nunca esa visión humanista, innovadora y única que sumamos todos los miembros de esta comunidad», indicó.
Consideró que es el momento de hacer que la voz de la Celac se escuche en aquellos espacios internacionales que sean de mayor relevancia «para llevar soluciones a los grandes problemas que aún aquejan a las grandes mayorÃas populares» en la región y en gran parte del mundo.
Dijo que pese a los grandes avances logrados por la región, «aún son grandÃsimos los retos» que enfrenta.
Por ello, agregó, el desafÃo es urgente y doble: buscar respuestas para los problemas de la región y «ayudar a abrir nuevos caminos para el mundo».
Indicó que la región es una de las áreas de más desigualdad del mundo y que ese problema es uno de los desafÃos que deben afrontar.
Se refirió también a la importancia de afrontar el problema de las drogas.
«Desde Sudamérica hasta México, pasando por Centroamérica, la República Dominicana y todo el Caribe, el tránsito de drogas con destino a su consumo mayoritariamente en los paÃses ricos es un desafÃo constante a la estabilidad de nuestra democracia y a la vida de nuestros ciudadanos», señaló.
Por ello, agregó, urge que en el marco de las Naciones Unidas se encuentren polÃticas y medidas sobre droga que avancen en enfoques para la reducción no solo de la oferta sino también, y muy especialmente, de la demanda de drogas.
«Ha llegado la hora de que los paÃses más afectados por los flujos del narcotráfico hagamos oÃr nuestra voz», señaló.
Se comprometió a trabajar para que en 2017, cuanto entregue la presidencia del grupo, la Celac sea un espacio «aún mas integrado, más operativo y aún más reconocido en el escenario global».
La Celac está integrada por Antigua y Barbuda, Argentina, Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, República Dominicana, Dominica, Ecuador y El Salvador.
Además, Granada, Guatemala, Guyana, HaitÃ, Honduras, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Santa LucÃa, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Surinam, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela.
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Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO, el 27 de enero de 2016. Â