En un pacto firmado entre Fernández, del Partido de Liberación Dominicana (PLD)  y el ex candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), Miguel Vargas Maldonado, se acordó  una modificación al artículo 49 de la Constitución Dominicana, el que señalaba que no existía la opción para una repostulación. Sin embargo, con este cambio, se busca quitar el concepto de «nunca más», y permitir un segundo período, el que debe ser alternado.

Para el presidente la reelección es «un elemento consustancial a la democracia», y el documento resultante del pacto será la nueva Constitución. Diversos artículos se negociaron. Junto con un segundo mandato se acordó la unificación de las elecciones para el 2016 y mantener el Ius Sanguinis[1] y el Ius Solis[2].

El pacto recibió críticas de todos los sectores, sin embargo, las más controversiales provinieron de la misma formación que participó de éste: el PRD. El ex presidente del PRD, el ingeniero Ramón Alburquerque, dijo que Vargas Maldonado no tenía permiso para firmar ese acuerdo. Por otro lado, el vicepresidente del partido, Luis Abinader, se suma a las críticas, al plantear que se faltó el respeto a la institucionalidad de la formación al no tomar en cuenta a sus organizaciones.

De lo anterior se desprende que el escenario político para Fernández es complejo, sobre todo si es que busca dar continuidad a sus proyectos. Detrás de las intenciones del presidente dominicano se pueden apreciar intereses políticos de permanencia en el poder, encubiertos con la idea de alternancia.