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El candidato de izquierda, José «Pepe» Mujica ganó las elecciones generales este domingo en Uruguay. Sin embargo, los resultados dejaron una sensación agridulce para el presidenciable del Frente Amplio (FA). Su candidatura no convenció. Si bien obtuvo la mayorÃa con un 46,6%, no logra la mayorÃa absoluta, teniendo que medirse en una segunda vuelta, la que se celebrará 29 de noviembre, con el candidato de derecha del Partido Nacional o Blanco, el ex PresidenteLuis Alberto Lacalle.
El partido de izquierda, Frente Amplio, representaba una continuidad con el gobierno de Tabaré Vásquez. No obstante, dicha continuidad está puesta en tela de juicio, ya que junto con no obtener el cincuenta más 1 de los votos, perdió la mayorÃa parlamentaria, y los plebiscitos, fuertemente apoyados por el FA, no obtuvieron la victoria. Los uruguayos rechazaron la idea del voto de los ciudadanos desde el extranjero y tampoco aceptaron la anulación de la Ley de Caducidad de los crÃmenes cometidos durante el Gobierno Militar entre los años 1973 y 1985.
Lacalle, quien obtuvo la segunda mayorÃa con un 28,53% recibirá, en el balotaje, el apoyo del candidato Colorado Pedro Bordaberry, quien, prácticamente duplicando los pronósticos de los sondeos previos alcanzó un 16,6%, siendo la causa directa para que el frenteamplista no obtuviera la mayorÃa absoluta.
Llama la atención la cifra obtenida por Mujica, ya que el actual Presidente que goza del 61% de aprobación, de acuerdo al sondeo de septiembre de la empresa Mitofsky, no traspasa dicho porcentaje al candidato que representa la continuidad del gobierno.
Con la alianza Rosada, formado por el Partido Blanco y el Colorado, el triunfo frenteamplista en noviembre  se hace difÃcil, pero no imposible. La segunda vuelta es una elección nueva. El margen es escaso, y es justamente allà donde aparece la mayor resistencia.
Uno de los grandes riesgos que conllevarÃa un triunfo de Mujica es la posibilidad de romper la neutralidad uruguaya con una eventual alianza con  Hugo Chávez. Si bien afirmó que se siente más cercano al estilo de Lula, no hay que olvidar las acusaciones de un supuesto financiamiento del gobierno venezolano a su candidatura, luego de que se alertara sobre la exportación de cincuenta mil libros con el logotipo del Ministerio del Poder Popular para el Medio Ambiente y del Instituto Geográfico de Venezuela Simón BolÃvar.