Chile: Ingreso Ético Familiar: Para Dejar de ser Pobres

Tal como señalaron autoridades de Gobierno, el Ingreso Ético Familiar no pretende “regalar el pescado”, sino más bien “enseñar a la gente a pescar”. Con esta analogía se explica la forma en que este programa pretende dotar a las familias más pobres del país con recursos y herramientas que le permitan superar su condición de pobreza de forma permanente, sin necesidad de vivir dependiendo del asistencialismo.

Esta semana se firmó el proyecto de ley del Ingreso Ético Familiar (IEF).  Se  basa en dos componentes: Seguridades y Oportunidades. El primero consiste en transferencias monetarias a las personas sólo por el hecho de vivir en situación de pobreza extrema y son incondicionales, es decir, no dependen del cumplimiento de compromisos. El segundo componente, de Oportunidades, en cambio, se basa en fomentar la construcción de habilidades para que las familias superen por sí mismas y de manera estable su situación de pobreza.

La mujer juega un rol clave en el programa IEF, pues será ella la que podrá cobrar estas transferencias y se premiará su inserción en el mercado laboral. Esto tiene su origen en la experiencia de las políticas sociales, que llegan realmente a las familias en mayor medida si los recursos son entregados a la mujer.

En su primer año de vigencia, el programa Ingreso Ético Familiar llegará a 170 mil familias, las que recibirán estas transferencias por un período de 24 meses. Cada familia obtendrá un monto distinto de acuerdo al número de integrantes, de hijos, del cumplimiento o no de los deberes, y de si alcanzan los logros que se describen a continuación.

Así, las transferencias monetarias se dividen en tres pilares:

Transferencias por dignidad: Se otorgan a las familias por el sólo hecho de vivir en pobreza extrema, sin necesidad de cumplir con condiciones adicionales.  Consiste en $ 13.000 mensuales por familia y $ 6.000 mensuales por persona.

Transferencias por deberes: Se entregarán a las familias que vivan en pobreza extrema, y que además cumplan con los siguientes deberes: llevar a sus hijos pequeños al consultorio (control niño sano) y luego al colegio, alcanzando un porcentaje determinado de asistencia a clases (90%  en Enseñanza Básica y 85% en Enseñanza Media).  Consiste en $ 8.000 mensuales por niño.

Transferencias por logros: Se otorgarán a las familias que alcancen ciertas  metas que apuntan a superar su condición de pobreza. Para las familias pertenecientes al 30% de menores ingresos, cuyos hijos obtengan un buen desempeño en los estudios se transferirán $ 50.000 al año si el alumno está en el 15% mejor de su generación, y $ 30.000 si está entre el 15% y 30% superior. Si un adulto mayor de 25 años completa su educación media y termina el 4° Medio, se le entregará un bono de $ 50.000 por una sola vez. Para enfatizar la importancia del trabajo como herramienta para superar la pobreza a través de la obtención de un ingreso estable, la mujer perteneciente al 30% más pobre del país que obtenga un trabajo estable y realice cotizaciones previsionales por primera vez en 24 meses, recibirá un bono equivalente al 15% de su sueldo mensual según una escala, el que en promedio ascenderá a $ 25.000 mensuales. Del mismo modo, se premiará con $ 190.000 a los miembros de la familia que encuentren un trabajo estable antes de que se cumplan dos años desde que se suscribió el IEF y demuestren una permanencia mínima de 6 meses en su empleo.

 

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Fuente: Libertad y Desarrollo. Tema Público nº1033, publicado el 30 de  septiembre de 2011.