México: «Hace 10 años no pensábamos en este nivel de criminalidad»

Por Nicolás García

 

La delincuencia ligada al narcotráfico es una realidad que lacera a México desde fines de 2006 y un problema con que los habitantes de ese país han aprendido a convivir.

«Hace 10 años éramos un país que no pensó jamás que iba a tener un nivel de delincuencia como el de ahora. De repente, en una década nos crece la delincuencia y nos tomó desprevenidos, muy poco preparados», reconoce el procurador general de ese país, Jesús Murillo.

El personero asegura que el Presidente Enrique Peña Nieto, en el poder desde hace cuatro meses, está enfocando sus esfuerzos en resolver este problema. Pero que, a diferencia de gobiernos anteriores, planea hacerlo de forma integral, abarcando temas como la educación y el desarrollo económico.

«El Presidente entiende que no hay ningún problema que no tenga un nexo con otros más y por eso ha planteado un programa total», dijo Murillo a «El Mercurio» durante su visita a Chile esta semana, donde participó de la XVIII Reunión Plenaria de la Conferencia de Ministros de Justicia de los Países Iberoamericanos (Comjib).

 

Críticas

Este enfoque global ha provocado el descontento de sectores opositores, que critican la falta de un plan específico.

Murillo sostiene que las críticas se deben a que el programa integral del Presidente «es indescifrable para algunos, porque están acostumbrados a que sea parcial, y cuando ven un programa enfocado de manera global, piensan que no hay ninguno».

La escalada de violencia comenzó en diciembre de 2006, apenas asumió el Presidente Felipe Calderón, quien le declaró la guerra al crimen organizado. Durante su sexenio hubo más de 60 mil muertes ligadas a la lucha contra los carteles.

Peña Nieto, explica el procurador, planea enfocar el combate contra la delincuencia en la prevención. En esa línea ha impulsado «la investigación del delito por la vía científica. Y se ha preocupado de crear las condiciones en las cárceles que permitan que, por lo menos, no sean escuelas de crímenes» según Murillo.

Sin embargo, uno de los mayores problemas de la delincuencia en México es el enorme poder que acumulan los carteles de la droga y los criminales, debido a las grandes cantidades de dinero que mueven. Por eso, el Presidente busca «detectarlos por la vía del uso del dinero». Murillo reconoce, sin embargo, que las leyes para apropiarse de los bienes mal habidos por los delincuentes no son totalmente efectivas aún.

 

Impunidad

Para el procurador, el problema principal de la justicia mexicana no está en la dureza de las leyes, sino en la impunidad provocada por la aplicación de ellas. «La solución no pasa por el endurecimiento de las penas, sino por lograr que efectivamente se cumplan», manifestó.

Esta escasa aplicabilidad de las leyes no se debería a una deficiencia del Poder Judicial, sino a un problema generalizado.

«Una crítica común al gobierno de Peña Nieto, y que se arrastra de la administración de Calderón, ha sido la ineficiencia de las policías locales para hacerse cargo del problema de la delincuencia. El procurador general asegura que el gobierno afrontará ese asunto, pero no creando una policía a nivel nacional. «En mi opinión, tenemos una policía muy fortalecida, pero sin objetivos. Se está pensando en el fortalecimiento de una policía que tenga presencia, que sea respetada y respetable, que tenga formación», explicó.

«La solución no pasa por el endurecimiento de las penas, sino por lograr que efectivamente se cumplan».

 

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Publicado en El Mercurio, 7 de abril de 2013