Argentina: Estudio describe a La Cámpora como la organización que «fundió a Argentina»

Por Gaspar Ramírez

 

Cuando apareció formalmente en 2006, La Cámpora fue vista como el semillero político del kirchnerismo, los jóvenes que respaldaban a muerte el proyecto de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, encabezados por Máximo, el hijo mayor de la pareja presidencial. Siete años después, ha ganado influencia, poder, y también ha sido acusada de «fundir» (arruinar) a Argentina, como reveló un estudio de un prestigioso think tank estadounidense.

La investigación titulada «La Cámpora en Argentina: el surgimiento de la nueva generación de vanguardia y el camino a la ruina», fue realizada por Douglas Farah, periodista y analista del centro de estudios International Assessment and Strategy Center (IASC), con sede en Washington. El artículo lanzado esta semana fue replicado ayer por el diario bonaerense La Nación y causó revuelo en Argentina.

El párrafo inicial explica claramente de qué va el estudio de 23 páginas: «Cómo un grupo de jóvenes utópicos radicales ha capturado al Estado argentino, colapsado la economía e institucionalizado un gobierno autoritario».

 

Gran crecimiento

La investigación de Farah se centra en las figuras de Néstor, Cristina y Máximo Kirchner, el hijo de 36 años de la actual Presidenta, y en los fines y aspiraciones políticas de la agrupación.

El estudio destaca que «el auge y creciente influencia de La Cámpora es uno de los aspectos menos comprendidos y más importantes del gobierno de Cristina Kirchner». «Yo creo que sí se ha subvalorado la influencia de La Cámpora, porque ya han tomado varios ministerios y tienen un gran peso interno», dice Farah a «El Mercurio».

El experto en América Latina y ex reportero de The Washington Post agrega que: «Me parece que hasta la muerte de Néstor (octubre de 2010), era un grupo de gente con intereses pero sin mucho poder. Pero ahora, con la muerte de Kirchner, se han apoderado de muchas partes del gobierno, incluyendo las partes donde hay más dinero, que suelen ocupar para contratar más de su propia gente y gastar sin controles externos».

El estudio identifica a Máximo como el artífice del ascenso de La Cámpora. «Máximo se posicionó como el hermético guardián principal de la Mandataria y el posible heredero de su dinastía política, que es famosa por premiar la lealtad por sobre todo».

Pero el poder ganado no ha sido bien utilizado. «Mientras Argentina enfrenta una crisis económica elevada -con una inflación estimada en 30% para 2013- y una agitación social creciente, es poco probable que se apliquen las acciones correctivas normales. Los ingenieros del camino a la ruina económica de esa nación son un grupo de jóvenes profesionales impregnados de la teoría económica marxista y unidos por una historia de activismo estudiantil y protesta», señala en la introducción el ex jefe de la oficina de la agencia UPI en El Salvador.

¿Qué hacer para enmendar el camino? «El gobierno tendría que tomar medidas, digamos, tradicionales y reconocer que la economía se rige por ciertas reglas, no por una visión utópica que los líderes de La Cámpora quieren manejar. Y me parece que están decididos a no tomar esas acciones», reitera Farah a este diario.

Más adelante, en el estudio, agrega: «Sus estrategias han fundido a la nación, mientras pusieron a Argentina en un camino de creciente confrontación con EE.UU. y Europa, y la comunidad inversora y financiera internacional; todo esto mientras fortalecían sus lazos con Irán, Venezuela y sus aliados populistas», continúa Farah, quien en febrero pasado sostuvo en otro informe que «bajo el corrupto gobierno populista de Cristina Fernández de Kirchner la Argentina está regresando a la ruina», consignó La Nación.

Hacia el final del artículo, Farah concluye que el futuro de La Cámpora «no está asegurado». El experto aclara el punto a este diario: «La Cámpora, como grupo, quiere meterse a lo política electorera. Entonces, si lanzan a su gente, como hicieron en Santa Cruz (en las primarias justicialistas para la gobernación a fines de marzo), y pierden, saldrán heridos. Hasta ahora no tienen una maquinaria electoral que mueva gente en territorios. Si tienen éxito, pues se consolidarían como fuerza tradicional política y su influencia crecería».

El estudio detalla también las figuras del viceministro de Economía, Axel Kicillof, el principal consejero de Cristina Fernández, y de la embajadora en Washington Cecilia Nahón. «El joven y fotogénico Kicillof es el principal consejero de Fernández de Kirchner y el principal arquitecto de la expropiación de la compañía petrolera española Repsol», y le atribuye las medidas de las restricciones a las importaciones y exportaciones y los controles cambiarios.

«Ã‰l trabajó previamente como jefe financiero de Aerolíneas Argentinas mientras caía en la ruina», dice y agrega que él ubicó a Nahón en una de las sedes diplomáticas más importantes.

Kicillof y Nahón crearon el think tank Centro de Estudios para el Desarrollo Argentino, en que elaboran teorías que «a pesar de sus catastróficos resultados en el mundo real, han llegado a dominar las políticas económicas argentinas».

 

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Publicado originalmente por El Mercurio (Chile), el 17 de mayo de 2013