La inversión, el consumo, la actividad, el empleo y ahora los salarios. Todos los indicadores están dando cuenta del fuerte frenazo de la economÃa doméstica, que ya está llegando al bolsillo de los consumidores.
De hecho, el Ãndice de remuneraciones reales creció 1,8% en junio, prácticamente la mitad del alza experimentada hace 12 y 24 meses, cuando el indicador crecÃa a tasas de 3,8% y 3,3%, respectivamente.
No se trata de un hecho puntual, sino que de un cambio de tendencia en un indicador que hasta 2010 -cuando el Instituto Nacional de EstadÃsticas (INE) cambió la medición- se mantenÃa en niveles sobre el 2%.
Francisco Klapp, economista de Libertad y Desarrollo (LyD), explicó que la cifra “está lejos de los crecimientos anuales que vimos el año pasado y esto es un indicador que muestra que el mercado laboral no está en las mismas condiciones que 2013â€.
En esa misma lÃnea, Ricardo Paredes, economista de la Universidad Católica, reafirma la postura, sosteniendo que el crecimiento real está “mostrando el menor dinamismo de la economÃa que se viene reflejando en una baja creación de empleoâ€. En el último trimestre móvil correspondiente a abril-junio se crearon sólo 100 mil plazas, versus las más de 200 mil promedio mensual que se generaron bajo la administración Piñera.
Sectorialmente, el Ãndice de remuneraciones muestra que la industria manufacturera y comercio fueron los que presentaron mayor variación mensual (ambas con 0,5%). Esto se explicarÃa por la base de comparación respecto del mes anterior y a los aumentos en sueldo base y comisiones por ventas, respectivamente.
En la otra cara de la medalla está la construcción, que anotó la mayor incidencia negativa (-0,8%), a consecuencia de la alta base de comparación con la variación de mayo, lo que derivó en una disminución de incentivos y premios por pagos de bonos asociados a avances y términos de obras.
Paredes atribuye la sensibilidad del Ãndice a lo que ocurre en la construcción y el comercio. “La construcción es un indicador lÃder de lo que ocurre en el resto de los sectores y por eso las alarmas que puede encender esta caÃdaâ€.
Los expertos estiman que debido al aumento que comenzará a mostrar el desempleo en los próximos meses, con cifras en torno a 7%, habrá una menor presión sobre las remuneraciones, por lo tanto, éstas continuarán desacelerándose paulatinamente.
En este nuevo escenario, las horas extraordinarias de trabajo también presentaron disminuciones en construcción, actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler.
Inmigrantes
En los últimos años se ha visto un incremento en el flujo de inmigrantes al paÃs, lo que se justificaba por el crecimiento económico que se estaba viviendo y a la gran cantidad de empleos que se estaban creando.
Es asà como en los últimos tres años las visas de trabajo entregadas por el Departamento de ExtranjerÃa y Migración del Ministerio del Interior aumentaron en un 38%, siendo los españoles los que registraron un mayor crecimiento promedio entre 2010 y 2013, alcanzando el 89%.
El economista de BBVA Herman González explica que “los trabajadores inmigrantes vinieron a satisfacer una demanda por mano de obra que estaba insatisfecha y, de alguna manera, a reducir un problema de escasez. Sin embargo, ahora se convierten en una presión adicional, porque la situación ha cambiado radicalmente, la economÃa está creciendo muy poco y está destruyendo empleosâ€.
Efectivamente, el último informe del INE muestra que en el trimestre abril-junio, el desempleo aumentó y se ubicó en 6,5%.
González sostiene que desde el punto de vista económico, esta mayor presión que ejercen los trabajadores inmigrantes es positiva, porque reduce las presiones salariales. Pero desde el punto de vista del empleo se torna más difÃcil, dado que están con una competencia mayor.
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Publicado originalmente en La Tercera, el 8 de agosto de 2014