Guatemala: Aspiraciones presidenciales de ex primera dama guatemalteca en entredicho

LatinoaméricaLibre

 

La decisión, nunca antes vista en la historia política de América Latina, el presidente de Guatemala, Álvaro Colom, y su esposa, Sandra Torres de Colom, pusieron fin a su matrimonio de once años y pidieron el divorcio de «mutuo acuerdo» para que la primera dama pueda ser candidata a la Presidencia del país en las elecciones generales de septiembre próximo.

Colom y Torres pidieron el divorcio en marzo para superar una norma de la Constitución que prohíbe al cónyuge del mandatario en ejercicio aspirar a la Presidencia, así como a éste postularse a la reelección.

Torres, impulsada por una alianza que encabeza la gobernante Unidad Nacional de la Esperanza (UNE, socialdemócrata y la derechista Gran Alianza Nacional, Gana), acudió en mayo al Registro de Ciudadanos del Tribunal Supremo Electoral (TSE) a entregar la documentación para ser inscrita oficialmente.

Sin embargo, las aspiraciones presidenciales de la ex primera dama, se disputarán ahora en los tribunales, luego de que las autoridades electorales rechazaran definitivamente su inscripción como candidata a los comicios de septiembre.

El Tribunal Supremo Electoral rechazó, por tercera ocasión en una semana, la solicitud de inscripción de la primera dama. El TSE considera que Torres incurrió en «fraude de ley» al divorciarse del presidente Álvaro Colom, en abril, para superar una prohibición constitucional a su candidatura.

Pero el oficialismo todavía puede acudir a las instancias legales para ver si ordenan la inscripción de la candidata. Decidieron acudir a la Corte Suprema y eventualmente a la Corte Constitucional la máxima instancia judicial del país, cuyo fallo será definitivo e inapelable.

No obstante, Torres no sólo deberá librar una batalla legal para poder participar en las elecciones, sino también remontar en las encuestas donde es ampliamente superada por el opositor Otto Pérez Molina, que se va consolidando como favorito para las elecciones del 11 de septiembre. Las elecciones donde participarán unos siete millones de guatemaltecos no son carrera ganada para el oficialismo.