Colombia: Así se mueve el panorama de la reelección de Santos

Sin embargo, el gran interrogante que tiene el país es qué tan exitosa puede ser esa posibilidad, si se considera cómo ‘pinta’ el panorama político en este año pre-electoral que apenas comienza.

Quiere decir que su eventual reelección no dependería de un gran golpe de opinión, como firmar un acuerdo con las Farc, sino del manejo integral que haga el Gobierno de los temas más sensibles a la opinión pública.

El vaivén de las encuestas

Al inicio del año pasado Santos contaba con un respaldo a su gestión que llegó al 73 por ciento, un poco menos que su antecesor, Álvaro Uribe Vélez, que llegó a ubicarse 11 puntos más arriba.

En abril de 2012 la popularidad del primer mandatario cayó al 58%, y en agosto, cuando arrancó su segundo año de mandato, su imagen se asentó en el 47 por ciento pero con un agravante: 68 de cada 100 encuestados consideraba que el país iba por mal camino.

La perspectiva de la reelección, entonces, no era buena y las críticas a su Gobierno, por el contrario, seguían en franco ascenso.

Pero el presidente tenía una as bajo la manga: otro intento de paz con las Farc, lo que de nuevo volcó la esperanza del país a una posible salida negociada al conflicto.

Eso le representó un respiro en las encuestas: 63 por ciento de favorabilidad y, al menos, la expectativa de tener un país en paz después de 50 años de conflicto interno.

No obstante, aunque el propio Santos ha dicho que “la reelección no está atada al proceso de paz, ni el proceso de paz está atado a la reelección”, lo cierto para el catedrático Alejo Vargas Velásquez es que “de los resultados de esa negociación dependerá la reelección presidencial”.

Por ahora en la montaña rusa en la que se ha convertido la popularidad del presidente Santos, que en este momento está en 69 por ciento, según la última encuesta de CM&, muestra que aún falta por verse los resultados de ese intento de pacificación.

La paz

En este aspecto, la apuesta del Gobierno se centró en un diálogo directo, en el exterior, en medio del conflicto y sin despejes.

El reto del Gobierno es llegar al final de la segunda fase de la negociación antes de la campaña presidencial. De hecho, el presiente Santos fijó el próximo mes de noviembre como fecha límite para tener resultados palpables.

De lograrlo, Santos estaría prácticamente reelegido. “Ese resultado determinará la viabilidad de la reelección, si hay éxito en la negociación, Santos no sólo va a ser reelegido sino que además será aclamado. Pero si se rompen los diálogos, será difícil para él pensar en la reelección”, sostiene el profesor Vargas Velásquez.

Por eso, tras la temporada de fin de año, guerrilla y Gobierno acordaron meterle el acelerador al proceso de paz.

En declaraciones al periódico El Colombiano, el analista Moritz Akerman aseguró que el cambio de dinámica en los tiempos de la negociación se debe a que las partes son conscientes que el proceso no tiene amplia simpatía.

Por ello, Akerman asevera que esa dinámica es para mostrar resultados de orden humano, económico y político y así, por parte del Gobierno, asegurar una posible reelección.

Otro especialista, Jairo Delgado, director de análisis del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría Olózaga, asegura en el mismo diario que «el Gobierno no va a incurrir en un desgaste si no reconocería que las Farc han considerado de manera mucho más sincera acordar o firmar un acuerdo. Sí se pueden obtener resultados en poco tiempo”, concluye.

El componente social

La política social para reducir la inequidad que ha promulgado el Gobierno se basa, en gran parte, en la devolución de predios a las víctimas de la violencia. De ahí la importancia de las leyes de Víctimas y de Restitución de Tierras.

“El proceso de devolución de predios a víctimas del conflicto entrará en una fase de consolidación para el 2013”, dijo el director de la Unidad de Restitución de Tierras, Ricardo Sabogal Urrego.

Y agregó que en materia de Restitución de Tierras se cuenta con más de 30 mil reclamaciones que buscan restablecer los derechos sobre más de 2 millones de hectáreas.

Para el analista Eduardo Sarmiento, si bien la política de restitución de tierras es una idea interesante, “ha evolucionado muy lentamente”.

Otro programa social que tendrá mucha incidencia en la reelección es la entrega de 100 mil viviendas gratuitas para los más pobres de Colombia.

El programa avanza dentro del cronograma previsto en regiones como Valle, Bolívar, Cesar, Atlántico, Nariño, Caldas y Magdalena.

Sobre esta materia, Sarmiento considera que se ha descuidado la construcción de vivienda de internes social. “En su conjunto, la construcción no va bien el año pasado el sector sufrió una caída”, sostiene.

La economía

En materia económica el Gobierno ha exaltado sus logros, pero ha reconocido que aún le queda mucho camino por recorrer.

El presidente ha dicho que pese a que el gobierno ha generado más de 2 millones de empleos, ahora el reto es la formalización.

En la última encuesta sobre desempleo (noviembre de 2012) el Dane reveló que el total de ocupación en el país fue de 20 millones de personas, mientras la población desocupada supera los dos millones.

No hay que olvidar que durante el año pasado la discusión se centró en el crecimiento económico del país, el Gobierno predecía un crecimiento de más del 5 por ciento, sin embargo las expectativas decrecieron cuando en el tercer trimestre del año hubo una contracción que hizo bajar la cifra a un crecimiento de 3,9 % año corrido.

Sarmiento, en ese sentido, asegura que “los logros en generación de empleo que tuvo el Gobierno en 2011 se desvanecieron: el año pasado no se generó un sólo empleo en el país”.

Tampoco le fue bien al Gobierno con el incremento del salario mínimo que decretó para 2013: las centrales obreras se quejan de que haya sido del 4,02 por ciento, es decir 22.800 pesos mensuales.

“Los trabajadores de ingresos promedios están recibiendo un ajuste menor al de su productividad. Eso va a reducir su nivel de bienestar y su participación en los recursos de capital”.

Ahora lo que resta para Santos es la aplicación de la controvertida reforma tributaria recién aprobada.

“Fue una reforma neutral: bajó los gravámenes de las empresas pero los trasladó a los grupos laborales de personas que reciben recursos superiores a ocho millones de pesos”.

Política internacional

Pese a la firma del Tratado de Libre Comercio con Japón y a que entró en vigencia el suscrito con Estados Unidos y ratificado el de la Unión Europea, la política internacional de Santos tiene sus lunares.

Uno, el fallo adverso de la Corte Internacional de Justicia de La Haya que le quitó a Colombia más de 75 mil kilómetros de soberanía económica sobre el Mar Caribe, tema en el que el Estado estudia nuevos recursos antes de darle aplicabilidad a la decisión.

Y otro, no menos importante: la suerte del presidente de Venezuela Hugo Chávez, afectado por un cáncer terminal.

El apoyo de Chávez ha sido vital para el proceso de paz con las Farc y para restablecer las relaciones binacionales afectadas en la era Uribe Vélez.

Para el internacionalista Carlos Salgado, “ahora Colombia debe fijar su política exterior con más atención en Latino América, tema olvidado por otros Gobiernos”.

Las críticas de Uribe

A este panorama se agrega las constantes críticas del ex presidente Uribe a la gestión de Santos, en especial en los temas de seguridad y política internacional.

La situación ha llegado al extremo de los insultos personales al primer mandatario, a quien Uribe, incluso, lo ha llamado “canalla”.

Santos prefirió ‘hacerle el quite’, y ya no le responde. “A mí me eligieron para gobernar. O gobierno o tuiteo”, dijo esta semana.

Varios personajes de la política nacional les han pedido a Uribe y a Santos que se sienten a dialogar para limar las asperezas, pues el enfrentamiento no le hace bien al país.

Las críticas del ex Presidente -en campaña por sus listas al Congreso- podrían golpear la imagen de Santos, críticas que “son avivadas por los medios de comunicación”, al decir del analista Alejo Vargas.

Por ahora ese es el panorama para Santos: una economía que espera repuntar, unas relaciones internacionales que deben mejorarse, las críticas del ex Presidente más popular de las últimas décadas y, sobre todo, un proceso de paz en curso del cual depende su reelección.

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Publicado originalmente en Colprensa (Bogotá), 19 de enero de 2013.