Estudio de CREES, República Dominicana
Autor: Miguel Collado Di Franco
El gobierno dominicano ha estado experimentando déficits en sus finanzas públicas que al inicio de año en CREES estimamos en RD$56 mil millones para 2012, pero que como resultado del ciclo electoral podrÃa resultar aún mayor. A pesar de las nueve “reformas†fiscales en los últimos diez años que han implicado creación de nuevos impuestos y aumentos en tasas impositivas, el gobierno no ha podido mejorar sus finanzas. Estos incrementos de impuestos han estado acompañados de unas diez leyes que conceden exenciones fiscales, lo que distorsiona el sistema económico. Por otro lado, durante los últimos siete años el gasto publico ha experimentado un crecimiento de más de 108% en términos nominales.[1]
El gobierno dominicano ha más que duplicado el gasto público incrementando y creando impuestos, y aumentando el nivel de la deuda pública. Los aumentos en los impuestos, además de hacer más barato el ocio con relación a la producción, crean incentivos para que quienes tengan que pagarlos busquen maneras para reducir su carga tributaria. Lo último lleva a la informalidad y lo primero reduce la inversión y la capacidad de los individuos de generar riquezas y crear empleos. La deuda dominicana, de su parte, que para 2011 se estimaba en US$23,680 millones, creció en 102.4% entre 2005 y 2011. Aunque en la prensa aparecen declaraciones en torno a la opinión de economistas que entienden que el endeudamiento del paÃs es bajo, el aumento de la misma debe preocupar. La preocupación es natural para los agentes económicos ya que genera entre ellos incertidumbre sobre el pago de la misma con más impuestos e introduce el elemento de temor a una posible crisis financiera. Esto es normal en cualquier economÃa, pero sobre todo en la dominicana en que el sistema tributario se modifica constantemente y en que los niveles de deuda son consistentemente minimizados.
Como vemos, los efectos del aumento de la incidencia del Estado vistos desde del lado de los impuestos y de la deuda no son favorables para la actividad económica y la creación de riquezas. Aunque el crecimiento en la dimensión del gobierno puede ser visto desde el aumento del gasto o el financiamiento, en este trabajo nos concentraremos más en los efectos del gasto público sobre la actividad económica. Trataremos los argumentos que favorecen la existencia de un gasto público destinado a fomentar instituciones que promuevan el desarrollo, asà como la evidencia de los efectos del crecimiento de las funciones del Estado a través del gobierno sobre la economÃa. De igual forma, analizamos el gasto dominicano por su enfoque por instituciones y cómo se relaciona con un gasto público que fomente un orden institucional que promueva el desarrollo.
Gasto público y crecimiento.
Asà como existe la conocida Curva de Laffer que representa cómo los ingresos tributarios aumentan hasta un punto a partir del cual se tornan decrecientes en la medida que se aumentan los impuestos, también existe la llamada Curva de Rahn que muestra que existe un nivel de gasto público a partir del cual el crecimiento de una economÃa se ve afectado de manera negativa. El Gráfico No. 1 muestra la representación teórica de la Curva de Rahn en la cual se observa que a la derecha de la misma, el aumento gasto público afecta negativamente el crecimiento del PIB. En una primera etapa, el gobierno puede contribuir al crecimiento dado un cierto nivel de gasto público para cumplir con sus funciones básicas, pero luego el efecto es negativo y desacelera el ritmo de crecimiento de la economÃa.