Conocí a Rodrigo un jueves de julio 2013 en San Salvador. En CREO, la organización liberal a la que pertenezco estábamos llevando a cabo un seminario “Promueve tu país” que duró una semana y es dirigido a jóvenes. Nos visitaba para contar un poco de su trabajo en “Un mundo sin mordaza”. Su organización se dedica a promover la libertad de expresión y los derechos humanos por medio del arte y la expresión ciudadana. Es famosa por sus actividades simultáneas en muchísimos países, como #SOSVenezuela y “Quítale la mordaza a tu gobierno”

Con muchísima convicción sobre sus ideales Rodrigo expuso ante poco más de 60 jóvenes la importancia de la libertad de expresión. Su conferencia giró en torno a la frase “Tu voz es tu poder”.  Él narró sus aprendizajes dentro de organizaciones de la sociedad civil. Aconsejo a los jóvenes presentes sobre cómo transmitir el mensaje de la libertad dentro de una organización juvenil. Expuso que si el liderazgo de un movimiento se centra en una persona ese movimiento es tan fuerte y tan débil como esa persona. Resaltó la importancia del compromiso de los miembros de un grupo no violento para así poder crear democracia todos los días. No dejó de insistir en la idea de las manifestaciones no violentas para transmitir la necesidad de respetar la libertad y el respeto a los derechos humanos.

En la noche el equipo de CREO cenamos con él para que nos contara en una manera más privada sus experiencias viviendo en Venezuela y su continua lucha contra el régimen totalitario en Venezuela. Con una sonrisa en la boca mezclada con bromas discutíamos desde temas divertidos a temas mucho más serios.  Nos contó sobre el desabastecimiento de productos básicos en Venezuela y la diferencia que observó al visitar un supermercado en El Salvador. Nos aconsejó  y exhortó a que no esperáramos hasta que las cosas se pusieran realmente mal para manifestarnos en contra de abusos del poder.

Me hubiera gustado compartir más con Rodrigo el día que vino a El Salvador a exponer la necesidad de luchar por la libertad. A la distancia y con un excelente recuerdo formado tras pocas horas de conocerlo la sensación de rabia y preocupación al ver preso a un gran luchador por la libertad es enorme.

Los regímenes totalitarios y sus dictadores durante la búsqueda de una utopía aparte de creerse súper poderosos pecan de sabiondos y vanidosos. Lo que les lleva a abusar del monopolio de la fuerza.  A ese tipo de régimen no le gusta que le recuerden sus errores, sus desaciertos y sus abusos de poder. Esos regímenes temen a los jóvenes como Rodrigo que con muchísimo valor se atreven a desafiar al poder recordándoles que ellos no son reyes, que no pueden ni deben decidir la vida de los ciudadanos.

La perseverancia que Rodrigo y otros venezolanos nos demuestran es una gran lección. A la distancia se les admira muchísimo. Ellos tienen muchísimo valor para no callar y que su voz sea el poder que haga caer a los totalitaristas.

Duele ver cómo capturan a un talentosísimo hombre por el hecho de manifestar sin temor sus ideales. Duele saber que Rodrigo no es el único joven que sufre en Venezuela.  Duele la impotencia de querer tener más herramientas que mis letras para poder ayudarlo a  él y otros presos políticos. Duele ver cómo un régimen totalitario recurre a la cobardía para callar una voz que clama libertad.  Duele pensar que no será la última persona capturada.

…..

* Adriana Peralta es salvadoreña. Amante de la libertad. Defensora de la libertad por convicción. Miembro de la junta directiva de @CREO_org . Síguela en Twitter:@AdriPeraltaM