El paÃs raya en la anarquÃa, eso es innegable. Los problemas harto conocidos por todos no entienden de ideologÃas, ni de partidos polÃticos, ni de derecha e izquierda. La muerte y la escasez no distinguen por quién se votó. Y en este punto cabe la pregunta de hasta cuándo el pueblo socialista de corazón aguantará en silencio.
Yo no dudo que entre los seguidores de esta revolución haya un grupo considerable de personas trabajando con convicción por la justicia social, y abogando por ella por encima de intereses individuales. Ahora bien, cuando se compara la situación actual del paÃs con lo que han vendido los proyectos socialistas del gobierno, el contraste es abismal. Citaré algunos ejemplos.
Las expropiaciones enmarcadas en ese esfuerzo de justicia social y aplaudida con ahÃnco, resultó, entre otras, en una industria del cemento que está contra el piso, sin camiones que transporten la piedra caliza desde las canteras, con menos de la cuarta parte de los hornos del paÃs funcionando y con la corrupción interna y externa haciendo estragos, lo cual afecta incluso a los planes básicos de la Misión Vivienda y genera un mercado negro de cemento exclusivo de prácticas especuladoras que nunca habÃamos visto en este rubro. ¿Es eso socialismo?
Mientras se le da generosamente petróleo a Cuba y demás paÃses del ALBA, los indicadores de producción de Pdvsa van en declive y Venezuela ha tenido que importar la gasolina. Ahora en Caracas hay escasez de la misma y quieren aumentarle el precio. ¿Es eso socialismo?
Innumerables veces se ha mencionado ya el tema de la estafa a Cadivi con empresas de maletÃn, pero en seguidilla han venido las devaluaciones y los recortes y trabas a los viajeros sin que haya el primer implicado en el desfalco, ni al gobierno parezca importarle qué pasó ahÃ. ¿Es eso socialismo?
Los contratos colectivos tardan años en establecerse, se adeudan pasivos laborales en instituciones y alcaldÃas en manos del partido de gobierno, y ahora quieren echar mano a las cajas de ahorro de los trabajadores, con el supuesto objetivo de construir las viviendas que no han podido construir con el superávit petrolero. ¿Es eso socialismo?
Fijan precios justos a los vehÃculos pero el BCV reporta 100% de escasez, dan aumentos del salario mÃnimo que se desvanecen con la inflación más alta del mundo, la delincuencia es rampante e impune, la CVG está en condiciones deplorables, Agropatria importa más de lo que produce y no hay medicinas. ¿Es eso socialismo?
Pues, socialistas de Venezuela, con todo respeto, no se ha inventado la ideologÃa que pueda ser implementada por gente incapaz. Si no quieren darse cuenta de que el gobierno les pide unidad, lealtad y lucha mientras exhibe en sus caras sus camionetas de lujo, sus Rolex y sus corbatas Louis Vuitton, son libres de hacerlo. Pero por lo menos acepten que la gerencia improvisada no está funcionando y que esta no es la Venezuela que queremos, verbalicen el descontento con sus propias palabras y busquen la forma de protesta que consideren pertinente. Eso no es exclusivo de los que no somos afines al gobierno, es responsabilidad de todos, para todos.
Si quieren un paÃs de verdadera justicia social es su turno de alzar la voz, porque este inoperante Capitalismo de Estado está acabando con el paÃs, incluidos ustedes y su ideologÃa, de la cual, si continúa este desastre, nadie querrá volver a escuchar.
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@AntonioERivasR Â / Â rivas_antonio@hotmail.com
Publicado originalmente en El Universal (Venezuela), el 13 de mayo de 2014