Chile: Reformas Políticas y el Camino Correcto

Por:

Jorge Ramírez

En:

La Segunda

País:

Chile

Fecha:

18 de enero de 2013

Los resultados de la encuesta Auditoría a la Democracia 2012 ratifican la existencia de un desencanto creciente de la ciudadanía con nuestro sistema político. Múltiples cifras nos permiten constatarlo, entre éstas, la valoración de atributos constitutivos de una buena ciudadanía como “siempre obedecer las leyes y las normas” y “siempre votar en las elecciones”, que disminuyen respecto a la medición de 2010 en 9% y 8% respectivamente. La confianza en las instituciones continúa bajando: un 50% de los encuestados se declara “nada interesado” en la política y sólo un 10% cree que los senadores y diputados representan los intereses de los chilenos. Resulta interesante saber qué cursos de acción tomarán los actores políticos para revertir esta situación.

Un camino es impulsar reformas institucionales y descansar en este ímpetu transformador olvidando el problema de fondo. No faltará el político que argumentará que esta crisis descansa en los partidos y su falta de recursos, abogando por el financiamiento público de la política, mientras la encuesta da indicios de que estas soluciones no están en línea con los intereses de la ciudadanía. Otros plantearán la tesis del cambio al binominal como el elixir democrático, pero en ambos casos no se comprende la magnitud del problema. Tampoco se trata de obviar la importancia de las instituciones, pero la alquimia institucional no sólo debe descansar en los cambios comúnmente socializados al interior de la elite dirigencial.

Otro camino es indagar en alternativas que podrían ser más efectivas en la solución de estos problemas, como el impulso de mecanismos de devolución de poder desde las funciones estatales a la sociedad civil, y desde el gobierno central a las regiones, dejando de lado la desconcentración para orientarnos hacia una descentralización. Las cifras acompañan este giro: un 62% de los encuestados piensa que “los gobiernos regionales y locales deberían tener mayor autonomía financiera para la realización de programas y proyectos públicos”. Esta premisa es válida para organizaciones como los partidos políticos ¿o no es acaso la implementación de mecanismos como la selección de candidatos vía primarias, una devolución de poder desde las cúpulas a los militantes y ciudadanos? Los datos de la encuesta permiten sostener que la ciudadanía valora este cambio: un 61% prefiere a las primarias como sistema de selección de candidatos.

Nuestros dirigentes políticos no deben tomar el camino fácil de impulsar reformas estrictamente autoreferenciadas a sus lógicas de toma de decisión. Seguir este camino sólo significará deprimir aún más la sintonía entre la política y la ciudadanía.

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* Jorge Ramírez es investigador del Programa Sociedad y Política de Libertad y Desarrollo.

Publicada originalmente en La Segunda (Chile), el 16 de enero de 2013