El Ministerio Público colombiano pidió formalmente a la Suprema Corte de Justicia del paÃs caribeño que abra una investigación sobre las presuntas relaciones de la ex senadora Pilar Córdoba con las «FARC». Si esto fuera aceptado, se iniciarÃa un proceso penal contra ella.
Aparentemente se encontraron pruebas que evidencian esa vinculación en una de las computadoras que, en su momento, utilizara VÃctor Julio Suárez, más conocido por su “nombre de guerraâ€, como “el Mono Jojoyâ€.
El mencionado ex jefe guerrillero, recordemos, fue ultimado en septiembre de 2010, en el trascurso de un duro bombardeo realizado por las fuerzas armadas colombianas cuando el mencionado Suárez estaba acampando con sus hombres en un lugar montañoso, en Meta, en el centro del paÃs.
Las sospechas en torno a las vinculaciones de la ex senadora con la guerrilla marxista han flotado sobre ella, por un buen rato. Las denuncias, reproducidas ahora por “El Universalâ€, señalan que el vÃnculo de la ex senadora habrÃa sido con el llamado “Frente 30â€, de las “FARCâ€:
Es necesario recordar que la ex senadora habÃa sido ya destituida como tal (e inhabilitada, además, para ejercer cargos públicos por 18 años) hacia finales de 2010. Como consecuencia de una publicitada investigación y de un proceso disciplinario en el que se evidenció que, extralimitándose en sus funciones, habÃa en su momento mantenido contactos con los guerrilleros.
Ante esas gravÃsimas imputaciones, la ex senadora Córdoba (frecuente visitante a Buenos Aires) sostuvo que no habÃa “otra forma†que contactar a los milicianos de las “FARC†para poder llevar adelante sus “esfuerzos por tratar de liberar a los prisioneros (polÃticos, militares y policÃas) secuestrados por las “FARCâ€, en lo que es una de sus prácticas habituales, que obviamente conforma un crimen de guerra, especÃficamente definido como tal y penado por las Convenciones de Ginebra, que son de rigurosa aplicación a los enfrentamientos en los llamados “conflictos armados internosâ€, como es el colombiano. Ello no obstante, lo cierto es que estas normas del llamado “derecho humanitario internacional†han sido -y siguen siendo- desconocidas y no aplicadas (a la manera de letra muerta) en la mayor parte de los paÃses latinoamericanos que desde los 60, de una manera u otra, han sufrido el flagelo de la guerrilla.
Además de la computadora que estaba en poder de Suárez, las fuerzas de seguridad colombianas habrÃa asimismo información obtenida con alguna anterioridad en el computador que, en este caso, perteneciera a Luis Edgar Dávila, quien en su momento respondiera al nombre de guerra de “Raúl Reyes†y muriera en marzo de 2008 cuando se desempeñaba como segundo jefe de las “FARCâ€. Esta información en particular, no habÃa sido admitida como válida por las Corte Suprema de Colombia, lo que no afectó la decisión disciplinaria en su momento tomada contra Piedad Córdoba.
Utilizando la información obtenida a la muerte de Reyes se pudo saber que la ex senadora tenÃa también un alias, en este caso: “Teodora†o, a veces, “Teodora de BolÃvarâ€.
Pilar Córdoba ha negado sistemáticamente todo esto y se ha mantenido siempre en su posición de que sus contactos con las “FARC†fueron sólo de tipo “humanitarioâ€, como ocurriera, recordemos, en algún sonado episodio de un frustrado rescate de un niño, que devino un gigantesco papelón (en el que la acompañaran, en su momento, tanto Néstor Kirchner como el propio Hugo Chávez). Me refiero al que tuviera como escenario a la selva colombiana, en lo que era presumiblemente una auténtica operación de propaganda, que terminó ciertamente muy mal para sus impulsores bolivarianos.
En los últimos tiempos, la ex senadora ha dedicado buena parte de su tiempo a “respaldar†al proceso de paz que está en marcha -y avanza muy lentamente- entre el gobierno del Presidente Juan Manuel Santos y las “FARCâ€, negociación que se desarrolla en La Habana, Cuba.
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