Chile: Los impuestos los pagan las personas

Por:

Iván Cerda

En:

El Austral

País:

Chile

Fecha:

28 de abril de 2014

Debo declarar con profunda honestidad que nos mantiene altamente preocupados el tema que por estos días ocupa la agenda no solo de políticos, empresarios y personas, sino que de un país en general y que guarda relación con aclarar y definir con precisión a la opinión pública, desde donde fluirán mayoritariamente los recursos necesarios para financiar un programa educativo que persigue levantar e igualar el estándar de educación de una de las naciones más pujante de Sudamérica.

Claro que el propósito es noble y necesario, pues está a la altura de lo que nuestros jóvenes no solo necesitan, sino que se merecen. Primeramente quisiera señalar que la base de la igualdad no consiste únicamente en la gratuidad universitaria, sino por el contrario, se basa en nivelar un solo estándar educativo hasta cuarto medio, terminando radicalmente con el concepto de educación para ricos y pobres, y deja a los jóvenes preparados para descubrir sus talentos y virtudes, dando paso tanto a técnicos como a profesionales que tanto el país requiere.

El tema preocupante hoy es la forma y el mecanismo de financiamiento basado en una carga impositiva que apunta directamente en el sector de la clase media, cuyo sacrificio mueve y da dinamismo a la economía de este país. En este sentido es oportuno recordar al famoso economista Americano, el Sr Arthur Laffer, colaborador y consejero de Ronald Reagan, y principal gestor de las bien recordadas Reagaomics (reformas Económicas de Reagan) que estuvo justamente comisionado de recaudar la mayor cantidad de impuestos para financiar programas de estado en la época de los 80.

El citado economista sostenía en su programa estatal que los altos impuestos disuadían de trabajar a muchos ciudadanos y que por el contrario una reducción impositiva daría a los individuos incentivos suficientes para trabajar, lo que provocaría la mejora del bienestar económico e incremento de los ingresos fiscales.

Esta política económica se conoció como la economía de la oferta puesto que trata de incrementar la oferta de trabajo y consolida la actividad económica, lo que fue ampliamente reconocida y patentada como uno de los mejores momentos económicos de la nación del Norte. Esto hace necesario una profunda reflexión al respecto, lo que imagino será parte de la discusión y análisis en el parlamento.

Finalmente quisiera señalar que la reforma será una feliz y exitosa realidad cuando no solo seamos capaces de entregar equidad en la educación, sino que además en las personas que hace la hacen posible a través de su esfuerzo y trabajo.

 

* Iván Cerda, presidente Cámara Chilena de la Construcción Temuco.

Publicado originalmente en El Austral (Chile), el 24 de abril de 2014