El débil desempeño económico de América Latina en 2016 ha acentuado la necesidad de aumentar la productividad como vehÃculo clave para obtener un crecimiento más sólido.
El débil desempeño económico de América Latina en 2016 ha acentuado la necesidad de aumentar la productividad como vehÃculo clave para obtener un crecimiento más sólido y sostenido en el largo plazo. Promover la innovación es un componente crucial en la ecuación de la productividad, sin embargo, la perspectiva para la región es desoladora. Para este año se espera que los paÃses reduzcan aún más el gasto en investigación y desarrollo (I+D). Y si bien la liberalización del comercio puede generar oportunidades, se espera poco progreso en el campo de las reformas estructurales.
Históricamente América Latina ha estado rezagada respecto de otras regiones en términos de innovación debido a los bajos niveles de inversión en I+D, bajos estándares en educación y polÃticas débiles. Durante el quinquenio de 2004 a 2009, la combinación de acuerdos de libre comercio (TLC) y mejores polÃticas de promoción de exportaciones crearon las condiciones iniciales para la innovación en América Latina. En ese perÃodo, la región aumentó sus exportaciones de bienes y servicios, lo que también incrementó la competencia y abrió las puertas a nuevos mercados. El resultado fue la aparición de multinacionales regionales etiquetadas como «multilatinas».
La estabilidad de los presupuestos públicos durante el perÃodo llevó a muchos analistas a esperar que una mayor inversión en I+D estimularÃa las tasas de crecimiento a largo plazo. Sin embargo, las esperanzas se diluyeron con la crisis financiera mundial y en 2009 la economÃa de la región se contrajo por primera vez en 20 años. En 2010, la economÃa se recuperó fuertemente, pero el crecimiento se ha ido desacelerado constantemente desde entonces. El crecimiento del PIB cayó de un 4.5% en 2011 a un escaso 0.1% en 2015, antes de entrar en recesión en 2016. Para este año, las perspectivas de crecimiento en la región son positivas pero débiles, y para el 2017 el pronóstico del FMI es de un crecimiento de 1.2%.
Datos publicados por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual de Naciones Unidas (WIPO), revelaron que el número de patentes solicitadas en la región durante 2016 fueron bajas en comparación al año anterior. En cambio, en el mismo perÃodo varios paÃses asiáticos registraron aumentos substanciales. La WIPO ha atribuido este pobre desempeño a la situación económico y a la reducción de recursos que los gobiernos, las empresas y las universidades destinaron a la innovación.
Según la WIPO, América Latina es una región con un gran potencial de innovación inexplorado. A pesar de ello, la organización reconoció que en los últimos años ningún paÃs de la región ha sido considerado como un paÃs innovador, -la WIPO define asà a quienes mejoran un 10% por encima de sus pares teniendo en cuenta el nivel de PIB- como los son, Vietnam o la India. A pesar de la baja calificación de la región, los paÃses que obtuvieron las mayores calificaciones fueron Chile, Colombia, Costa Rica, México y Uruguay.
A pesar del panorama regional, algunos paÃses clave están abordando la necesidad de aumentar la innovación. México por ejemplo, ha implementado un programa de reformas estructurales para aumentar la productividad con el fin de mejorar las perspectivas de crecimiento. En Argentina, el cambio en el panorama polÃtico y el consecuente cambio de gobierno ha mejorado las perspectivas de las condiciones empresariales. Y en Brasil, aunque la economÃa se sigue tambaleando, están surgiendo señales tentativas de mejora y el gobierno de Michel Temer ha mantenido la agenda de innovación en el radar.
Aparte de estos ejemplos, hay pocos indicios de que los gobiernos se estén comprometiendo con la implementación de reformas estructurales para favorecer la innovación. De hecho, los últimos datos de la UNESCO confirman que el gasto en I+D en la región es considerablemente bajo. En promedio, la mayorÃa de los paÃses gastan menos del 0.5% del PIB y el gasto proviene principalmente del sector público, mientras que el gasto promedio en los paÃses de la OCDE oscila entre el 2.0% y el 4.0% del PIB.
Teniendo en cuenta las actuales restricciones presupuestales en los paÃses de la región, los expertos coinciden en que los gobiernos deberÃan tomar medidas enfocadas a fomentar el emprendimiento y la innovación, asà como promover una mayor inversión privada. El fortalecimiento de polÃticas de competencia, la mejora del marco contractual y la reducción de burocracia, asà como una mayor protección de los derechos de propiedad intelectual son algunas de las medidas recomendadas. Además, los esfuerzos por incrementar la liberalización del comercio tanto dentro como fuera de la región—la Alianza del PacÃfico y la Asociación TranspacÃfica, TPP (convulsionada con la retirada de EEUU)—alentarán a las empresas latinoamericanas a buscar nuevos mercados competitivos y en rápido crecimiento.
* Ricardo Aceves es un economista mexicano dedicado al análisis de temas macroeconómicos en Latinoamérica. Actualmente es Economista Senior para América Latina de la firma FocusEconomics en Barcelona.
Twitter: @Latinoamerica21
Publicado originalmente en El Observador (Uruguay), el 2 de febrero de 2017.