Chile: Día de la libertad de enseñanza

Por:

Iván Garay Pagliai

En:

El Muro

País:

Chile

Fecha:

7 de marzo de 2017

Entre el 23 y 28 de enero, en los EE.UU. con mucho entusiasmo de sus participantes, se verificaron las actividades de la Semana Nacional de la Opción Escolar (NSCW su siglas en inglés). Se trata de una serie de jornadas públicas que se llevan a cabo desde el año 2011, en las cuales las familias discuten y comparten experiencias respecto a lo valioso de poder escoger la educación que desean para los suyos. Tal vez por aquello sean jornadas de gran alegría. En sus comienzos fueron tan solo 150 actividades la que se realizaron durante dicha semana, pero hoy, seis años más tarde, fueron 22 mil las jornadas que se verificaron en todo el país. Aquella serie de eventos han permitido que en los EE.UU.  se valore cada vez más el rol preferente de los padres al momento de educar a sus hijos, como así la importancia de la libertad de enseñanza y la real opción que deben tener  las familias de poder escoger la educación que desean para los suyos. Un efecto concreto de dichas jornadas, es el posicionamiento que han tenido en los últimos años las escuelas chárter, la educación a distancia en sus variantes elearning y blearning, el homeschooling y,  las magnet schools, o escuelas magnetos, las cuales se caracterizan por su especialización temática, como por ejemplo, artes, deportes, ciencias, entre múltiples otras opciones. El éxito de la Semana Nacional de la Opción Escolar es simple. Se explica por el hecho de que pone en el centro a las familias, es decir, a las personas que mejor conocen los requerimientos educativos de los niños y niñas.

Iniciativas como la descrita, serían muy oportunas en nuestro país: una semana o tal vez solo un día, pero uno en el cual quede claro que las familias tienen el derecho a escoger la educación que desean para los suyos. Podríamos, por ejemplo, instaurar el día de la libertad de enseñanza, promoviendo las manifestaciones en las escuelas y las calles, foros y debates, en las cuales todos los actores concernientes al mundo escolar, como así los centros de estudios y todas aquellas personas naturales y jurídicas que digan defender los valores y principios de una sociedad libre y responsable, tomen la palabra y le expliquen al país el motivo de la importancia de poder escoger la enseñanza que se desea, junto con denunciar las trabas que se nos presentan para poder hacerlo.

Coincidentemente, en Chile, mientras en los EE.UU. se celebraba la Semana Nacional de la Opción Escolar, el Senado aprobó la idea de legislar el proyecto de nueva educación pública, más conocido como de desmunicipalización (Mensaje N° 1174-363), el cual constituye la tercera gran reforma al sector escolar promovido por el Gobierno de Michelle Bachelet y la Nueva mayoría. Reforma que en atención al centralismo escolar que pretende instaurar en nuestro país y por consiguiente la negativa a facultar de mayores niveles de autonomía a las unidades académicas, se muestra como una pésima idea, la cual pretende ser aplicada a todas las escuelas administradas actualmente por los municipios, independiente de los buenos resultados que aquellas hayan obtenido en el tiempo.

Con la aprobación de las leyes N° 20.845 y N° 20.903, junto a la desmunicipalización, lo que se pretende es desmantelar el histórico sistema de provisión mixta de educación e instaurar un Estado Docente, constructor de un totalitarismo educacional, que desconoce el universalmente aceptado principio de que los padres tienen el derecho preferente de educar a sus hijos. La Ley N° 20.845 dada a conocer por el Gobierno como de inclusión, prohíbe el lucro en las escuelas que reciban financiamiento estatal, segándoles la alternativa de solicitar aportes económicos a las familias junto con impedirles seleccionar a sus alumnos, dejando además al arbitrio del burócrata de turno la decisión de abrir o no nuevos establecimientos educacionales. Esta legislación ya ha hecho que no pocas escuelas particular subvencionadas hayan cerrados sus puertas y ha provocado además una infinita molestia a los padres, los cuales no han podido escoger la educación que desean para los suyos. Por su parte la Ley N° 20.903, que crea un nuevo sistema de desarrollo profesional docente, no hace más que extender y profundizar la miles de veces denunciada perversa relación laboral existente entre el Estado y los profesores.

Ante el evidente afán ideológico de la denominada Ley de Inclusión, durante el año 2014 cobró gran notoriedad la Confederación de Padres y Apoderados de Colegios Particulares Subvencionados de Chile (Confepa) la cual convocó a una serie de marchas a lo largo del país, las cuales culminaron con una gigantesca manifestación en Santiago ocurrida el mes de octubre del año señalado. La entidad durante el año 2016 volvió, de manera multitudinaria, a volcarse a las calles exigiendo su derecho a escoger la educación que desean para sus hijos. Como la Confepa, han aparecido muchas otras agrupaciones de padres y sostenedores que se oponen a las políticas del gobierno de turno, políticas que desconocen los grandes consensos que ha alcanzado el país en materia escolar. Al parecer, todas aquellas organizaciones han comprendido que, tal como lo señalase Thomas Jefferson, la eterna vigilancia es el precio de la libertad.

Ante el panorama descrito y al éxito de la Semana Nacional de la Opción Escolar en los EE.UU. no parece utópico que la ciudadanía y particularmente quienes creemos en la libertad, aunque sea un día al año, de manera permanente, nos coordinemos a fin de defender y profundizar el sistema de libertad de enseñanza vigente en nuestro país.

 

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Publicado originalmente en El Muro, el de febrero de 2017