En dÃas recientes se llevó a cabo el Segundo Simposio de Reflexión Programática, denominado “Proyectando las ideas de la centroderecha en la acción polÃticaâ€, organizado por los centros de estudios afines a la coalición oficialista, Instituto Libertad, Fundación Jaime Guzmán E. y Libertad y Desarrollo, y que convocó a diferentes actores del sector: lÃderes polÃticos, intelectuales y académicos, y miembros de la sociedad civil.
Los simposios nacen sobre la base de un diagnóstico crÃtico respecto del estado actual de la centroderecha: una suerte de desdibujamiento gradual de su proyecto polÃtico en los últimos años, precisamente por la falta de espacios de reflexión y debate acerca de cuáles son sus ideas y principios, y la importancia de que éstos guÃen su acción polÃtica.
Porque para enfrentar los temas más complejos del Chile de hoy como la superación de la pobreza, mejorar la calidad de la educación, enfrentar el desafÃo energético y medioambiental, o alcanzar el desarrollo, no sólo se requieren polÃticas públicas sólidas desde la perspectiva técnica, sino, y sobre todo, ideas y principios claros que son su fuente inspiradora y guÃa.
Y al igual como sucedió en el primer simposio -denominado “Ideas y Prioridades de Futuroâ€, que estuvo centrado en vincular las ideas de la centroderecha con temas especÃficos de la agenda pública que marcaron el 2011, como educación, seguridad pública y derecho de los consumidores-, este segundo simposio, si bien buscó la reflexión y el debate en un marco de unidad, extendió una invitación plural a las diversas fuerzas de la centroderecha, no tan sólo en términos partidarios (RN, UDI e independientes afines), sino de las diversas sensibilidades y denominaciones que coexisten al interior de ésta: conservadores, socialcristianos, liberales, liberales clásicos, libertarios y progresistas.
Y a pesar de los matices, prioridades y cuestiones de forma en que por supuesto se expresaron diferencias, hubo amplio consenso entre los diferentes expositores en el cónclave -tanto de sus lÃderes polÃticos como el Presidente de la República, los presidentes de RN y UDI, y los precandidatos presidenciales, como de los expertos, académicos y participantes que intervinieron con comentarios y preguntas- en tres cuestiones de fondo: que el proyecto polÃtico de la izquierda es bastante simple y unidimensional: más Estado en todos los ámbitos -y si hay algo que se está derrumbando por estos dÃas es el Estado de Bienestar en Europa-; que tiene sentido la acción polÃtica de la centroderecha en la medida en que se avanzan ideas sobre el hombre y la sociedad, y que más que programas de gobierno (propuestas de solución frente a problemas concretos), lo relevante es entregarle al paÃs un proyecto polÃtico claro, y que dicho proyecto descansa sobre un núcleo central de ideas compartidas basadas en: (a) el respeto irrestricto a la dignidad de la persona; (b) que ésta cuenta con derechos y libertades que son anteriores al Estado; (c) que el ejercicio de la libertad va acompañado correlativamente de responsabilidad; (d) que el respeto al imperio del derecho es fundamental para garantizar la paz social; (e) que el Estado tiene un rol limitado en los asuntos sociales y económicos, y que debe estar guiado por el principio de subsidiariedad, y (f) que la economÃa social de mercado es un instrumento que favorece el emprendimiento y la creatividad de las personas.
Bajo este contexto, el Segundo Simposio de Reflexión Programática es un paso importante para consolidar y proyectar en el tiempo una verdadera cultura de reflexión de la centroderecha en torno a sus ideas y principios, no sólo -como recalcara el Presidente en su discurso- porque estas ideas han demostrado ser las mejores para lograr la realización plena de las personas, el progreso de los paÃses y la búsqueda de mayores niveles de bienestar, sino porque al identificarlas con claridad, marcan el rumbo de la acción polÃtica que emprendemos.
* Columna de Luis LarraÃn, Director Ejecutivo de LyD; Najel Klein, del Instituto Libertad y Jorge Jaraquemada, de la Fundación Jaime Guzmán.
Publicado originalmente en El Mercurio, 05 de diciembre de 2012.