La justicia transicional es un abordaje para alcanzar justicia en tiempos de transición desde el conflicto o la represión estatal hacia la paz. La postura maximalista sostiene que la justicia transicional se debe basar en el juicio a quienes violaron derechos humanos. La postura minimalista sugiere que para alcanzar transiciones estables lo mejor es la amnistÃa. Una postura intermedia son las comisiones de la verdad, que apuntan a reconocer el pasado y hacer rendir cuentas a los perpetradores, pero busca una justicia restaurativa, no retributiva.
El Proyecto desarrollado desde la Universidad de Wisconsin por Tricia Olsen, Leigh Payne y Andrew Reitter construyó una base de datos con más de 900 casos en los que se aplicaron éstos y otros mecanismos. Uno de los hallazgos principales es que la amnistÃa ha sido el mecanismo más utilizado de justicia transicional. Otro hallazgo es que hay patrones regionales. En Europa predominan los juicios y las reparaciones. En Asia y Ãfrica predominan las amnistÃas y las comisiones de verdad. En América Latina se hicieron 85 amnistÃas, 5 reparaciones y 25 juicios.
Hay más: los autores sostienen que en muchas ocasiones los mecanismos utilizados no tienen el efecto esperado porque se aplican por separado. La evidencia empÃrica, sugieren, señala que una combinación de estos instrumentos puede en muchas ocasiones ser más efectiva, como el juicio y la amnistÃa o el juicio, la amnistÃa y la comisión de verdad. El argumento es que estas combinaciones ofrecen un equilibrio que deja a más gente satisfecha, evita los extremos y maneja los grises de manera menos costosa para las partes.
El proceso en marcha hoy en Colombia muestra precisamente una combinación de instrumentos. Habrá juicio, verdad, reparación y amnistÃa. Quienes diseñaron y negociaron el acuerdo reconocen que tiene sus limitaciones, pero que representa el mejor equilibrio que pudieron alcanzar entre las demandas de justicia y de reconciliación.
De eso se trata. Las sociedades nunca procesan sus traumas de modo semejante. El umbral de olvido, de resiliencia o de perdón puede mostrar mucha variación entre sociedades que atravesaron experiencias traumáticas. En este sentido, el Acuerdo Final colombiano, con toda su complejidad y limitaciones, representa una innovación en relación con los mecanismos de justicia utilizados en América Latina. De cara al plebiscito del 2 de octubre, los colombianos enfrentan el desafÃo de separar la imagen negativa que tienen del presidente Santos, hoy en un 70%, de la postura frente al acuerdo de paz. O volver todo atrás.
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Publicado originalmente en La Nación (Argentina), el 11 de septiembre de 2016.