En el año 2013, Argentina y Venezuela transitaban caminos similares. Mientras la región crecÃa al 3 % anual con una inflación de 4,5 %, las naciones comandadas por Nicolás Maduro y Cristina Fernández mostraban números mucho peores.
En Venezuela, la economÃa creció 1,3 % ese año, pero con una inflación de 56,2 % según el FMI. En Argentina, el crecimiento fue un tanto superior (2,4 %), mientras que la inflación estuvo un escalón por debajo, en el 28,3 % anual según datos privados.
Otra caracterÃstica que hermanaba las economÃas de Argentina y Venezuela era el control de cambios. En ambos paÃses el gobierno decretaba un tipo de cambio oficial al cual solo podÃa acceder un puñado de autorizados. El resto debÃa operar con el dólar del mercado paralelo.
En Argentina, la brecha promedio entre ambos tipos de cambio fue de 60 % ese año. En Venezuela, ya se habÃa disparado al 456 %.
El intervencionismo, el discurso anticapitalista, la inflación, los controles de precios y los avances sobre la prensa y la justicia independiente fueron también caracterÃsticas propias de Argentina y Venezuela.
Hoy el paÃs caribeño se hunde en el desastre. La economÃa sufre hiperinflación e hiper-recesión. Solo un dato ilustra la debacle: en 2016 se fabricaron no más de 3.000 vehÃculos, mientras en 2007 la cifra alcanzó los 170.000. Es una caÃda de 98 % en diez años. El sistema polÃtico, además, mutó de una democracia populista a una dictadura socialista al estilo cubano.
Argentina, por el contrario, vive una realidad diferente. A pesar de la caÃda de la economÃa en 2016, hoy está en pleno proceso de recuperación. Si todo sale como indican las estimaciones privadas, la inflación será la más baja en siete años, mientras que el crecimiento será el más elevado en cinco años. En el plano polÃtico, la prensa trabaja libremente, la justicia no se encuentra amenazada y el gobierno de Macri tiende relaciones diplomáticas con el mundo civilizado.
¿Qué pasó con Argentina? Para resumir la respuesta: en las elecciones de 2015, el pueblo le dijo NO al modelo chavista.
Reformas urgentes
Tras haberse impedido el proyecto re-reeleccionista de Cristina Fernández de Kirchner, los argentinos asistieron a las urnas en octubre de 2015. Los candidatos de ese entonces ya prometÃan cambiar de rumbo. El debate, entonces, era si el cambio debÃa ser gradual o de shock, pero ya no se discutÃa que habÃa que cambiar.
Finalmente, en la segunda vuelta electoral se impuso Mauricio Macri, el más “antikirchnerista†de los candidatos.
Rápidamente se tomaron algunas medidas que modificaron el ecosistema económico:
1) Se eliminó el control de cambios.
2) Se eliminaron la mayorÃa de los impuestos a la exportación.
3) Se liberalizaron parcialmente los precios de los servicios públicos como agua, luz y gas.
4) Se normalizaron los procesos para importar, haciéndoselos menos discrecionales.
5) Se implantó en el BCRA un sistema de “metas de inflación†para cuidar el valor del peso.
6) Se implantó un plan de “metas fiscalesâ€, con la propuesta de reducir el déficit paulatinamente.
Las reformas urgentes implementadas por Macri dejaron al descubierto el delicado equilibrio de la economÃa argentina. Familias y empresas, al tener que pagar más por las tarifas energéticas, restringieron otros consumos. Algunos negocios, incluso, debieron cerrar sus puertas.
Al mismo tiempo, el sinceramiento mostró la verdadera inflación que se ocultaba detrás de los controles y se disparó al 41 % anual.
No obstante, otros indicadores mejoraron. De acuerdo con la Fundación Heritage, el paÃs mejoró su “Libertad Económica†en 6,6 puntos. En dicha mejora destacan los rubros “derechos de propiedadâ€, “libertad financiera†y “libertad para la inversiónâ€.
Por otro lado, de acuerdo con la Fundación Libertad y Progreso, luego de caer 94 posiciones en su Ãndice de Calidad Institucional entre 1996 y 2015, el paÃs recuperó cuatro posiciones en 2016.
Menos chavismo, más inversión
Abortar el camino del socialismo venezolano e imponer ciertas reformas liberalizadoras mejoraron el clima de inversión local.
Eso se verifica en los números. De acuerdo con el Banco Central, la inversión extranjera directa creció 92,8 % en 2016; mientras que en los primeros seis meses de este año sigue avanzando a un ritmo del 12,4 %. Por otro lado, de acuerdo con el centro de estudios de Orlando Ferreres y Asociados, en julio “la inversión volvió a mostrar un resultado positivo en el sexto mes del año y acumula cuatro meses consecutivos de expansiónâ€. En el año acumula un avance de 6,4 %.
La consecuencia más palpable es la recuperación económica que mencionábamos. De 15 sectores que componen el PBI, 11 están creciendo en términos interanuales, destacándose el sector agrÃcola, la construcción, y el transporte y las comunicaciones.
Seguro que Macri no es todo lo liberal que uno desearÃa. Seguro que todavÃa queda mucho por hacer para que el paÃs abrace el crecimiento sostenible y vuelva a formar parte del club de los paÃses ricos.
Sin embargo, una conclusión se hace más que evidente: socialismo es sinónimo de pobreza, y abortar el camino hacia él por lo menos ofrece la posibilidad de salir de la misma.
Los primeros “brotes verdes†de la economÃa argentina asà lo prueban.
- Licenciado en Administración UBA y Máster en EconomÃa de la Escuela Austriaca por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Analista económico en Inversor Global, colaborador de Libertad y Progreso.
Publicado originalmente en PanamPost, el 8 de agosto de 2017