Costa Rica: ¿Gobierno de Costa Rica pedirá prestado para pagar 49% de sus salarios?

Por:

Andrés Rojas

En:

País:

Columnas

Fecha:

14 de octubre de 2010

El actual gobierno costarricense, anuncio mediante publicaciones en distintos medios de prensa costarricense, el día Jueves 2 de Setiembre del 2010, que pedirá prestado mediante la emisión de bonos de deuda interna, esto con el objetivo de pagar el 49% de los salarios públicos.

 

El Poder Ejecutivo, en su inmaculada labor de búsqueda por la mejor dirección del país, no obstante, buscando siempre la solución más fácil y no la más beneficiosa para la ciudadanía costarricense opta por la anteriormente mencionada y en este caso: la emisión de bonos. Esta decisión ha sido tomada según el Ejecutivo, debido a la caída de los ingresos tributarios, los cuales han sido ocasionados en gran parte, por la recesión económica que ha llevado al aumento de la evasión fiscal.

 

Por su parte, el ente encargado de la administración financiera de nuestro país, el Ministerio de  Hacienda, argumentó que ha tenido que acudir más al crédito debido a la caída en los ingresos por impuestos. Según datos de la Contraloría General de la República, publicados en el periódico La Nación de Costa Rica, el día Viernes 5 de Febrero del 2010, el porcentaje de evasión fiscal en el país sobre el tema de la renta alcanzó en promedio un 70% entre 1991 y el 2007, por su parte, se afirma que, a partir del año 2009, en el cual inicio la «crisis económica», la evasión fiscal, en cuanto a dicho impuesto tiene una tendencia a la baja, alcanzando un 65% promedio, algo contradictorio a lo afirmado actualmente por el poder Ejecutivo.

 

No obstante, siendo siempre una cifra alarmante para el 2009, las entradas al fisco por impuesto sobre la renta fueron de unos 665.148 millones, lo que significa un 29% del total de ingresos tributarios. En otras palabras el monto evadido representa un 3,6% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, meses después, la presidenta Chinchilla, según datos de www.infolatam.com, aseguró en un acto público que, el país está en una «crítica» situación fiscal con un déficit cercano al 5% del PIB, siendo el 3,6% evadido equivalente al 72% de dicho déficit.

 

Teniendo en cuenta el esquema anterior, no es de extrañar que, el gobierno actual decida financiar salarios con deudas, lo cual  es un error de magnitudes proporcionales porque, un gasto corriente se está pagando con un ingreso corriente. Es por ello que, es nuestro deber recordarle a las respectivas autoridades lo mencionado en el numeral 6 de la Ley de Administración Financiera y Presupuestos Públicos «para los efectos de una adecuada gestión financiera, no podrán financiarse gastos corrientes (como los salarios) con ingresos de capital (préstamos)». Gran parte de los salarios mencionados por el articulado anterior, corresponden a entes públicos con duplicidad de funciones, ineficientes y que solo generan gastos innecesarios. Cabe destacar por ejemplo, el exceso de personal en el Instituto Costarricense de Electricidad, que según declaraciones del 12 de mayo del 2010 en el periódico La Nación de Costa Rica, el Presidente Ejecutivo de dicha institución Pedro Pablo Quirós en su periodo respectivo, afirmo que en dicha institución existían unos 2000 empleados de más.

 

Costa Rica, un país con altos porcentajes de evasión de fiscal, un país que se debe endeudar para pagar salarios, estos últimos, generados en gran parte de manera innecesaria por los monopolios reinantes, han llevando a esta nación a estancarse financieramente y seguir siendo una nación, no en vías de desarrollo, sino en vías del estancamiento económico total.

 

Desde hace más de tres décadas, los gobiernos de turno se empeñan en mantener monopolios, eliminando estos la libre competencia, la generación de empleos, la economía de mercado, una libertad económica que lleve a Costa Rica al verdadero desarrollo. ¿Para qué más impuestos?, la evidencia ha demostrado que, a un mayor impuesto existe una mayor evasión.

 

Cabe mencionar que, los altos impuestos atentan contra la inversión extranjera, sumándole además, un exceso de trámites, burocracia, la poca accesibilidad a herramientas de primer mundo. No es de extrañar entonces que, el costo-beneficio para una empresa de invertir en nuestro país sumándole las altas cargas sociales, no sea rentable, perjudicando esto, a todos los costarricenses que deseen tener un empleo decente.

 

Teniendo en cuenta que de una u otra forma se tienen que pagar los impuestos, la cuestión no es si hay que pagar o no los mismos, la discusión se centra en la pregunta ¿cuánto hay que pagar de impuesto?

La solución a este gran flagelo la encontraríamos en la propuesta denominada: «Flat Tax».

Con el término «Flat Tax» (impuesto plano), nos referimos a un impuesto de tarifa baja y único, la que sería igual para todos los contribuyentes sin ningún tipo de excepción.

 

Como se menciono, esta propuesta consiste en aplicar una tasa única de impuesto, a todos los contribuyentes ya sean personas físicas (asalariados), personas jurídicas, sin importar su el tipo de actividad o ubicación geográfica.

 

Cabe mencionar que, este tipo de iniciativas no son una utopía. El mismo, por mencionar un ejemplo pasó a la fama con su adopción por Rusia en el 2001 para enfrentar el problema de una amplia evasión fiscal. Rusia bajó la tarifa del impuesto personal, de un máximo del 30% a un impuesto plano del 13%, iniciando así la tendencia a un «low flat tax».

 

Ya para el 2004, con esta reducción del impuesto máximo a la renta personal, los ingresos para el fisco por este rubro, habían subido un 79.7%, proporcionando a Rusia un presupuesto relativamente saludable, con una notable mejoría en el cumplimiento fiscal y adicionalmente fuertes incentivos para el trabajo, el ahorro y la inversión.

 

Ha sido tan exitoso que países como Estonia, Lituania, Letonia, Serbia, Eslovaquia, Ucrania, Georgia, Albania, Bulgaria, Albania, Montenegro, Rumania, Kyrgyzstan, entre muchos otros, han introducido el «Flat Tax». Estas naciones, sabiamente han implementado políticas que apuestan a mayor libertad económica, mayor empleo, mayor calidad de vida  y que han coincidido con un impulso al crecimiento económico, un aumento de la base tributaria, una reducción significativa de la evasión de impuestos, un aumento importante en la recaudación fiscal, un instrumento de competitividad y mayor bienestar para todos sus ciudadanos.

 

 

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(*)Director de Proyectos de ILPRO