La evolución de la economÃa internacional durante las últimas semanas, da cuenta de una mejora en las perspectivas económicas para América Latina. En la mayorÃa de los paÃses de la región los mercados financieros se han recuperado, a partir de los niveles más bajos de hace 10 meses, observándose tasas positivas de crecimiento del crédito junto con un alza en los niveles de inversión. La crisis internacional se presentó en la región latinoamericana más bien como un shock comercial y financiero externo, siendo los principales factores de riesgo aquellos ligados a la exposición internacional de las distintas economÃas regionales.
Por este motivo, la principal consecuencia del deterioro económico experimentado por los paÃses desarrollados, estuvo dada por la caÃda en los volúmenes de exportaciones hacia dichas naciones. Esto último se combinó con un descenso importante en los precios de las materias primas, lo que configuró un escenario en el que el valor de las exportaciones cayó de manera dramática.
Sin embargo, los efectos de la crisis no se restringieron a la caÃda experimentada por el intercambio comercial. La región ha sufrido también por un descenso en los flujos de capitales, tanto desde los paÃses desarrollados como de otras economÃas emergentes. Las inversiones, tanto locales como del extranjero, también se vieron perjudicadas, fruto principalmente del mayor costo de endeudamiento que debieron enfrentar las empresas. En los paÃses menos dependientes de las materias primas, la caÃda en el turismo y las menores remesas enviadas desde el exterior fueron también factores de riesgo que impactaron negativamente en su desempeño económico.
Con todo, los precios de los activos y de las materias primas han mostrado un notorio repunte desde el segundo trimestre de 2009. Esto ha permitido recuperar parcialmente el valor de las exportaciones de los paÃses de Latinoamérica, impactando positivamente en las perspectivas de crecimiento para el 2010 y disipando en parte la incertidumbre existente respecto a la manera en que evolucionarÃan los precios de los commodities como el resultado de a crisis internacional.
De todas formas, la demanda de los paÃses desarrollados por manufacturas se mantendrá débil por un perÃodo aún más largo, por cuanto dependen de un repunte en las tasas de consumo en la población de esas economÃas. De la misma manera, es esperable que tanto el turismo como las remesas desde el exterior se mantengan débiles. Estas últimas variables dependen directamente de la evolución del desempleo y del consumo en los paÃses desarrollados. Dado que dichos indicadores se mantienen aún debilitados, la industria turÃstica y las remesas podrÃan recuperarse recién a mediados del 2010.
Frente a ese panorama recién descrito, es de suma importancia que las economÃas latinoamericanas se mantengan abiertas y exentas de restricciones o controles ineficientes en sus mercados, que, generen barreras para su recuperación del ciclo económico y para su crecimiento a mediano plazo.
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*Director del Centro de EconomÃa Internacional del Instituto Libertad y Desarrollo