Uruguay: “Excedente” fiscal

Por:

Hana Fischer

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País:

Columnas

Fecha:

2 de marzo de 2012

Con bombos y platillos el gobierno uruguayo anunció, que el año 2011 había finalizado con un “excedente” fiscal. Medios de prensa informan, que “el Poder Ejecutivo inició su tercer año de mandato con una buena noticia que sorprendió incluso puertas adentro del oficialismo: de la mano del aumento de la recaudación y con una fuerte reducción del déficit fiscal, la administración que encabeza José Mujica contará con un espacio fiscal adicional de US$ 140 millones”. El dato fue brindado por el ministro de Economía, Fernando Lorenzo.

Vivimos momentos de gran inestabilidad internacional, debido a las crisis económicas que azotan a Europa y los Estados Unidos. En noviembre del 2011 Mujica había declarado, que “Todos la vemos fea. No precisamos ser empresarios ni ser economistas para decir: ‘Esto es muy grande’. Algo nos va a afectar”.

Por ese motivo, de un tiempo a esta parte, las máximas autoridades del país han  centrado su discurso en la necesidad de ser “prudentes”. Tanto el presidente como el vicepresidente Danilo Astori machacan constantemente en el concepto de “austeridad”.

¡Fue una grata sorpresa saber que el gobierno finalmente está acompañando con hechos sus declaraciones públicas!

Luego de conocida la magnífica noticia, ministros, jerarcas de diferentes reparticiones estatales y los legisladores oficialistas comenzaron a pensar en qué gastar ese dinero “extra”. Una alta fuente del Ministerio de Economía afirmó, que hay que pensar estratégicamente a qué rubros destinar esos recursos. Aclaró, que “está el espacio fiscal, pero las prioridades las fija el Poder Ejecutivo”.

Lo que sí ha quedado claro, es que no está dentro de los planes del gobierno ahorrar ese dinero para utilizarlo como un “colchón”, para estar preparados para enfrentar eventuales golpes de la crisis internacional.

Si para el gobierno y su partido fue una sorpresa saber que contaban con dinero “extra”, mucho mayor fue el asombro de algunos economistas privados. Por ejemplo, Javier de Haedo cuestiona: “Si hubo un déficit de 0,8% del producto el año pasado, ¿cómo va a haber excedente?”

Añadió, que “el 0,8% son 300 y pico de millones de dólares”, por lo tanto, “es sorprendente que digan que sobró”. Además, afirma que “no se puede hablar de una reducción fiscal, para nada, porque (el déficit) fue muy parecido al del año pasado”.

En apariencia, las cuentas públicas han mejorado porque con la economía marchando a todo vapor, ha aumentado la riqueza global del país. En consecuencia, ha disminuido el ratio déficit / PBI. Pero no es que el gobierno haya sido “austero” sino que simplemente, ha recaudado más….  la administración Mujica sigue gastando a manos llenas.

Sus políticas han sido y siguen siendo procíclicas. Todo lo contario de lo que aconseja la “prudencia”. Más aún, cuando se avecina un frente tormentoso en el panorama internacional.

Sin embargo, aún resta “aclarar” por qué las autoridades hicieron ese anuncio tan pomposo. ¿Cómo se explican las cifras del gobierno? ¿De dónde salen esos famosos U$S 140 millones que tanto entusiasman a las autoridades?

Creemos que De Haedo da en la tecla cuando hace el siguiente razonamiento: “el único cálculo que uno puede hacer para entenderlo es que se había previsto 1,1% de déficit y fue 0,8%”.

Traducido al criollo, eso significa lo siguiente: nuestros gobernantes estaban dispuestos a despilfarrar por lo menos el 1,1% del PBI. Como la economía creció, a pesar de haber gastado toda la plata que pensaban, ese número disminuyó en términos relativos pero NO EN TÉRMINOS REALES. Por lo tanto, quedó lo que Astori cuando era ministro de Economía bautizó como “espacio fiscal”. Es decir, vía libre para seguir aumentando el gasto público en forma alocada, sin medir las consecuencias de tal actitud y sin hacer previsiones para cuando el ciclo cambie de signo. Algo que más temprano que tarde, ocurrirá.

Así que de ahora en adelante debemos estar prevenidos: si las autoridades uruguayas consideran que no se han quedado con una porción del dinero de los habitantes tan grande como querían, si el déficit –en dinero contante y sonante- no ha sido tan amplio como proyectaban, para “remediar” tal incómoda situación, a la diferencia entre lo previsto y lo efectivamente recaudado, le llamarán “excedente”.

¡Los políticos son increíbles! Y el lenguaje que manejan digno de los Hermanos Marx. Al igual que los célebres cómicos, nuestros gobernantes parecen estar proclamando: “Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros.”